Con 131 votos a favor, el Pleno de la Asamblea Nacional destituyó a Bella Jiménez de su cargo como asambleísta y segunda vicepresidenta de la Legislatura. La votación fue casi por unanimidad, ella fue la única que se abstuvo de votar.
El argumento para separarla de su cargo fue haber gestionado nombramientos de cargos públicos a cambio de dinero.
La Legisladora sostuvo que se violó su derecho a la presunción de inocencia y se han irrespetado sus derechos constitucionales, civiles y humanos.
Acto seguido el asambleísta denunciante Alejandro Jaramillo, intervino y afirmó que en un acto de confianza la Izquierda Democrática (ID) apostó por la asambleísta Jiménez. Manifestó que el Comité de Ética respetó el debido proceso y el derecho a la defensa. Ratificó que no se busca perseguir a nadie, pero sí atacar hechos que rayan la ética y la moral.
De su parte, la asambleísta Victoria Desintonio de la bancada Unión por la Esperanza (UNES), quien también denunció a Jiménez, por ofrecer un cargo en su despacho a cambio de dinero, en su exposición hizo un recuento de las declaraciones de Scarleth Lindao, exasistente administrativa de la legisladora acusada.
Además, afirmó que el Comité de Ética sí cuidó el debido proceso. También dijo que la legisladora y su abogada quisieron dilatarlo. Recalcó que Jiménez es demandada por sus actuaciones fuera de lo legal, la ética y la moral.
La legisladora Marjorie Chávez, miembro del Comité de Ética, indicó que no se trata de persecución ni revanchismos, sino de hacer lo correcto. Recalcó que a pesar que hoy la asambleísta tuvo, una vez más, el derecho a la defensa no pudo desvirtuar las acusaciones que pesan en su contra.
La moción de destitución fue presentada por el asambleísta Alejandro Jaramillo, quien pidió acoger el informe del Comité de Ética que recomendó la destitución de Jiménez, por incurrir en las prohibiciones establecidas en la Constitución y la LOFL.