Una serie de tornados, la más intensa que se recuerda, azotó en la madrugada del sábado seis estados de Estados Unidos y dejó decenas de muertos y un número indeterminado de desaparecidos, además de una estela de devastación que se ha llevado por delante poblaciones enteras y ha provocado incontables daños.
Se han recibido informes de 37 tornados en distintos estados, más de 250 millas a través de Arkansas, Illinois, Kentucky, Missouri, Misisipi y Tennessee, según el Servicio Nacional de Meteorología.
La pequeña ciudad de Mayfield (Kentucky) de 10.000 habitantes quedó completamente devastada, con la gran mayoría de sus edificaciones destruidas.
Cerca del condado de Hopkins, también en Kentucky, un tren se descarriló y sus vagones alcanzaron una vivienda, sin que se reportaran muertes o heridos.
Solo en Kentucky se reportaron 70 muertos.
Mientras caía la noche del sábado, decenas de funcionarios de búsqueda y rescate ayudaban a ciudadanos a remover los escombros de sus hogares y negocios en busca de más sobrevivientes.
Los cortes a pérdida de electricidad han afectado a cientos de miles de personas en varios estados.
También continúa la búsqueda de supervivientes en un almacén del gigante del comercio electrónico Amazon en Edwardsville (Illinois), donde se confirmaron dos muertes a raíz de los destrozos ocasionados por la tormenta.
En Arkansas, al menos una persona murió cuando un tornado «prácticamente destruyó» un hogar de ancianos en Monette, dijo un funcionario del condado. Otra persona murió en otro punto del estado.
Cuatro murieron en Tennessee, mientras que una falleció en Misouri.
Al menos 13 personas murieron en otros estados azotados por la tormenta, lo que eleva el saldo total a 83 hasta ahora.
El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó este mismo sábado la declaración de emergencia en Kentucky para acelerar la ayuda a través de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA). Biden prometió toda la asistencia del gobierno federal y anunció que planea viajar a las áreas afectadas.
Según los científicos el cambio climático está haciendo que las tormentas sean más poderosas y frecuentes.