La polémica por la compra de los 60 trolebuses sigue, un documento del Servicio Nacional de Contratación Pública (SERCOP) genera dudas. El documento responde cuestionamientos de concejales de oposición, a la decisión del Municipio de Quito de adquirir la flota, a la empresa china Yutong. El contrato se hizo a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
El 9 de abril de 2024, el SERCOP emitió un oficio, en el que emite un criterio no vinculante sobre presuntas irregularidades en el proceso. El documento sale a la luz luego de que los concejales Wilson Merino y Michael Aulestia elevaron sus preocupaciones a la entidad gubernamental.
La Empresa de Pasajeros respondió que la contratación se basa en artículos 416, 419 y 425 de la Constitución, que respaldan su acuerdo con la agencia de las Naciones Unidas (UNOPS). “Gracias a estos preceptos, ambas partes firmaron un acuerdo para recibir apoyo técnico en el Proyecto de Movilidad Sostenible, que busca modernizar el transporte público en Quito” señala la entidad.
A decir de la empresa la gestión de este complejo proyecto llevó a solicitar la asistencia de UNOPS, dada su especialización y los beneficios como el fortalecimiento de capacidades y la transparencia en el proceso.
Según el Municipio de Quito, gracias al proceso que hoy cuentionan los concejales Merino y Aulestia, la ciudad logró un ahorro de USD 27.784,54 por cada nuevo trolebús.
Este ahorro se refleja en el costo final de USD 581.364,26 por unidad, por debajo del valor de mercado establecido en 2023, que era de USD 609.148,80. En comparación, en 2022, un estudio de mercado de la administración municipal anterior fijó un precio referencial de USD 591.750 por cada vehículo.
Las unidades están operativas desde el 31 de marzo de 2025.