La jurista Soledad Angus señaló que en los delitos de género es muy importante el análisis del entorno social. En particular se refirió en entrevista en Zoom Al Día, con Fabricio Vela y José Antonio Sánchez, respecto al caso de Naomi Arcentales, cuyo conviviente es cuestionado luego de un video difundido el fin de semana donde se observa a una persona que agrede a la joven y la cual se lo señala a él como el agresor.
Arcentales apareció sin vida el pasado 12 de diciembre en la ciudad de Manta, sin embargo, aunque las primeras pruebas apuntan a que su cuerpo no tenía huellas de violencia, ahora la investigación podría dar un giro tras la difusión de dichas imágenes y del contenido de unos chats privados entre la pareja.
Al respecto, la jurista mencionó que es posible que no sea identificado el sujeto que aparece en un video donde Naomi es agredida por su pareja; sin embargo, otros elementos podrían ayudar a complementar dicha prueba.
Trascendió que la defensa del conviviente solicitó la «prueba humana» a partir de dichas imágenes. Angus manifestó que otros métodos podrían ayudar a determinar si se trata de la persona señalada como el victimario o no, y que complementarían dicha prueba, como la geolocalización del celular y pruebas testimoniales.
En otro orden, señaló que «es un secreto a voces» a las Fiscalías de Género van profesionales castigados en otras unidades y que no están preparados para atender estos temas. «Imagínate qué tipo de justicia de género podemos tener con funcionarios que están «reciclados» de otras unidades y que realmente no tienen una especialización, en enfoque que haga que puedan manejar estos casos adecuadamente», dijo.
Añadió que como consecuencia, lo que normalmente se observa es «menosprecio a las preocupaciones, a los temores de las víctimas, menosprecio a las cosas que les suceden a las víctimas».
Ejemplificó que si Naomi hubiera denunciado únicamente con los chats que ahora fueron revelados en redes, donde se refleja una auto-dependencia emocional y un maltrato psicológico», nadie la hubiera tomado en cuenta.
Al respecto señaló que tal es el sufrimiento de una víctima que, o se suicida o su agresor la termina matando, pero la sociedad le da la importancia cuando la mujer ha muerto.
«Las Fiscalías están llenas de denuncias de violencia psicológica a las cuales no dan el trámite adecuado ni dan la contención adecuada a las víctimas», aseveró.