Para la epidemióloga Catalina Yépez, la aparición de la variante Ómicron y el contagio masivo en el país requieren del mayor número de pruebas posibles para identificar a los casos positivos. Así, mencionó que restringir la toma de muestras tiene lógica en un contexto donde el triaje va a ser lo suficientemente exacto para descartar casos. “Creo que el pedir receta médica y después hacer que vayan al laboratorio producirá exposición a una potencial aglomeración y contacto con Covid-19”.
En esa línea, destacó que se había previsto que la llegada de Ómicron dispare la solicitud de pruebas para descartar Covid-19, atención en consultas ambulatorias y hospitalización. También lo dijo, alertando que en Ecuador ha confluido esta variante con la Delta “que no termina de irse”. Así, analizó que las cifras actuales son el resultado de las fiestas de Navidad. Pero, aún falta los resultados de la exposición de las fiestas de Fin de Año.
La problemática
Para Yépez existe otro conflicto. Se refirió a que, estacionalmente hablando, Ecuador se encuentra en época de influenza y gripe que provocan normalmente la sintomatología de dolor de garganta, secreción nasal, malestar general, fiebre. Esto produce que las personas confundan estos síntomas con los del Covid-19.
En ese mismo sentido, la epidemióloga alertó que las personas no conocen el proceso correcto para la aplicación de las pruebas. Así, dijo que deben esperar seis días del último contacto con la persona Covid-19 positivo para realizar el testeo respectivo. Previo a este tiempo, señaló, se podrían dar casos de falsos negativos.
Yépez expresó que espera que la curva de contagios en Ecuador sea igual a la de Sudáfrica o Reino Unido donde la subida de contagios fue drástica pero también hubo una caída rápida de los mismos. “Se debe mantener la calma, pero tampoco dejar de preocuparnos”, alertó.