En diálogo con A Primera Hora, de Sonorama, Billy Navarrete, coordinador de la Red de Movilidad Humana, alertó que cada 15 días, 200 personas migrantes llegan al aeropuerto de Guayaquil en calidad de deportados.
Las cifras, dijo, las entregó la Coordinación Zonal de la Cancillería ecuatoriana en Guayaquil, que es parte de la Red de Movilidad Humana. Pero, no solo esta es la alerta, pues señaló que los migrantes deportados no reciben la contención necesaria. Es más, llegan a Guayaquil sin tener acceso a sus hogares y sus familias ni siquiera saben que volvieron como deportados. Así, lamentó que ellos arriban en condición de detenidos, despojados de pertenencias e incluso esposados. “Esto se ha llevado a calificar de tratos crueles. Según la normativa de derechos humanos, nadie es ilegal, ninguna persona”, criticó.
Tales deportaciones de migrantes no pararon ni siquiera en la época del paro nacional. Es más, el coordinador especificó que tal fenómeno sigue en ascenso desde hace dos años o dos años y medio.
Las razones de los migrantes ecuatorianos
Para Navarrete, el caso del niño de 4 años hallado en la frontera entre México y Estados Unidos estremece nuevamente. Así, mencionó que este es un fenómeno que se ha visto agudizarse en los dos últimos años. “No ha dejado de ser constante un flujo de migración irregular que parte de Ecuador con intención de llegar a Estados Unidos”.
Con este antecedente, indicó que los migrantes viajan porque en Ecuador no se encuentran las condiciones para que sus sueños económicos, sociales y culturales se realicen.
Tal migración ha tenido sus momentos de ascenso, señaló. Además, recordó que cuando el Ecuador sufrió la crisis bancaria, “supimos de compatriotas que, en circunstancias riesgosas, intentaron realizar sus sueños”.
Por ello, alarmó que el negocio de la trata de personas es muy lucrativo y se encuentra integrado por organizaciones muy poderosas.
“Estamos atravesando un periodo bastante incierto en el que la gestión del Presidente no tiene la suficiente credibilidad y sus ofrecimientos no han tenido fuerza para implementarse”, recalcó.