Por: Nahuel Mendoza Kleener, analista político
Estamos a un poco más de un mes para que en Ecuador se lleven a cabo las elecciones generales; unas elecciones anticipadas, atípicas y con funestas particularidades: el aumento significativo de la delincuencia, el incremento del trabajo informal, la nueva ola migratoria; pero, sobre todo, la sensación de desolación, abandono, desconsuelo y pesimismo que nos embarga a los ecuatorianos.
Durante más de dos años del gobierno de Guillermo Lasso, hemos evidenciando la indiferencia por parte del Primer Mandatario; su insensibilidad frente a los grandes problemas que atraviesa el país, es clara. Nuestras necesidades no se ven reflejadas en las políticas impulsadas por el Jefe de Estado.
Cuando no se tiene la capacidad de caminar junto al pueblo, escuchar sus necesidades y realidades, existe una desconexión entre los gobernantes y sus mandantes, lo que provoca que los ciudadanos “se las busquen” como puedan. La necesidad, la falta de empleo, las escasas oportunidades, el hambre, son particularidades que se tornan en caldo de cultivo para que los grupos de delincuencia organizada hagan de las suyas y capten a incautos. ¿Tienen otra opción? Se trata de sobrevivir o morir.
Los candidatos no pueden esperar a que las redes sociales hagan todo el trabajo, eso quizás les funcionaba años atrás. Si no existe la prioridad de recorrer las calles de cada cantón, escuchar las necesidades reales de la gente, sentir el calor y el dolor del pueblo, este no confiará su voto y por ende su futuro, a aquellos que siente lejos de su realidad.
Hay ciertos candidatos que aún piensan que los discursos de odio y el revanchismo funcionan, hay quienes creen que pautar en redes sociales, por llegar a una mayor cantidad de personas, puede darles resultados; lo que no saben es que esa realidad virtual no otorga preguntas y respuestas, no tiene esa mirada, ni la sensibilidad mientras narran sus historias, no obtienen ese abrazo mientras lloran por no encontrar como darle de comer ese día a familia, porque si, la mayoría de ecuatorianos vive día a día esas peripecias.
El Ecuador está en crisis, no necesitan un candidato que haga un meme con una sonrisa y que les digan que van a solucionar todos los problemas en un día; necesita un gobernante que cumpla con su obligación de generar oportunidades para todos, bienestar, salud, tranquilidad y empleo y este 20 de agosto tenemos una nueva oportunidad para elegir.
La opinión de Nahuel Mendoza Kleener