El presidente Guillermo Lasso considera que la muerte cruzada no es un mecanismo político que se pueda aplicar en este momento, sino que recurrirá a la vía del diálogo para tramitar la reforma tributaria que envió a la Asamblea Nacional.
En una entrevista con la Agencia Efe, el primer mandatario precisó que de momento la muerte cruzada “quedará en la Constitución” y no la contempla como una posibilidad para disolver la Asamblea Nacional.
Él considera superado el impasse con el Legislativo después de que devolvió el primer proyecto de ley que remitió. Ahora, dice que el Gobierno ha conversado con la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, con el bloque de Izquierda Democrática, con el bloque Pachakutik parcialmente, para enviar las tres leyes.
Reconoció que el Ejecutivo, pese a no estar de acuerdo, entiende que, «en democracia, el camino de la tolerancia nos puede llevar a un puerto seguro más rápido que insistir en nuestra visión.
“Lo que quisimos en 30 días nos llevará alrededor de 120 o 180, y así es la democracia», precisó. Y añadió que «ya no quiero entrar en discusiones si es constitucional o no la devolución (del proyecto de ley)”, explicó.
Ahora dice que aspira a un diálogo democrático, donde entiende que «son visiones distintas y hay que considerar que algunos aspectos serán reformados en la Asamblea y hacer un ejercicio de absoluta tolerancia y de apertura».
Sobre el envío de la segunda Ley, dijo que “ha dado instrucciones al ministro de Trabajo, Patricio Donoso, para que promueva el debate y la discusión en la opinión pública antes de enviarla a la Asamblea”, con el fin de sacar «impresiones de sindicatos, sectores empresariales y de la sociedad civil en general».