El analista político y comunicacional, Andrés Seminario analizó las manifestaciones que enfrenta actualmente el gobierno del presidente Guillermo Lasso. Sin embargo, recordó que “octubre de 2021, no es octubre de 2019”.
En esa línea, el analista señaló que la mayoría de ciudadanos no quiere una confrontación y, por tanto, la idea del encuentro del gobierno debe verse como un camino y no como un destino.
“Vencimos al Covid-19, ¿ahora cuál es el siguiente enemigo?”, preguntó Seminario para agregar que la sociedad mira como enemiga a la crisis económica que desencadena en el desempleo y a la inseguridad. Sin embargo, criticó que el gobierno, en lugar de escuchar a los ciudadanos, se centró en plantear como enemigos a gobiernos anteriores.
“Cuando se vence al enemigo, no se elimina al antagonista, solo se reemplaza por otro”, ilustró el analista.
La comunicación gubernamental
Seminario alertó que existe un proceso de comunicación gubernamental poco ortodoxo. En ese sentido, señaló que fue una debilidad que el presidente brinde declaraciones cuando podría equivocarse. Por ejemplo, recordó la rueda de prensa que brindó el primer mandatario para comunicar sobre las 118 muertes en las cárceles; en aquella ocasión reconoció que aún no mantenía el control en los centros de privación de la libertad, causando un malestar ciudadano.
Por ello, Seminario celebró la incorporación de un vocero. La decisión, a decir del analista, fue correcta debido a que “la palabra del presidente estaba en riesgo de perder valor. Es un lujo que no se puede dar el presidente: devaluar su palabra”. Sin embargo, criticó a Carlos Jijón al analizar que mientras sus declaraciones apuntaban a mantener la calma, su postura física revelaba que existía un nerviosismo por algo negativo. Así, lo que dijo se habría puesto en duda.
En esa misma línea, señaló que esa falta de rigurosidad ortodoxa y académica lo llevó a migrar a herramientas como TikTok y Twitter. Así, criticó que se piense que los procesos de decisión cambien a través de estas herramientas. “Porque alguien baile en TikTok no lo hace más persuasivo o creíble”, añadió.
Con ese panorama, alertó que la caída de credibilidad del presidente sumará una credibilidad ciudadana a favor de otros actores políticos. “El 65% de la reputación de una compañía la da el gerente de la compañía”, agregó.