Galo Cabanilla, canciller de la Universidad Tecnológica Empresarial, analizó la situación económica y política del país y enfatizó que, más allá del tema tributario, “la punta del ovillo para reactivar la economía es bajar las tasas de interés”.
En esa línea reiteró que el equilibrio en las finanzas es complejo tras la pandemia. Sin embargo, reconoció que la carga tributaria debe implementarse a los sectores más pudientes de la economía para lograr los objetivos de contribución de $600 millones para el próximo año. Además, alertó que implementar un impuesto del 2% a las microempresas no impulsa la economía.
Para el catedrático, el presidente sí puede influir en la reducción de las tasas de interés. Así, dijo que puede llamar la atención a las juntas de regulación para que se baje el interés o puede reducirlo a través de instituciones como el Banco del Pacífico y el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (BIESS).
“Hay una fórmula para calcular las tasas de interés que usan a su antojo”, reiteró el canciller. Además, especificó que tras la ascensión del gobierno, el riesgo país bajó a la mitad, pero las tasas de interés no se redujeron en un solo punto. “En Ecuador, cinco instituciones tienen el mayor capital y son las que deciden qué interés poner. Las tasas de interés en Ecuador están sobrevaloradas. Los mismos bancos están llenos de dinero que no dejan circular en la economía”, alertó.
Los precios de los combustibles
Para Cabanilla, existe una necesidad de congelar los precios de los combustibles. Además, reconoció el interés que mantiene el gobierno para recibir los beneficios por el incremento del costo del petróleo. Pero, aclaró que tal incremento también significa una elevación en los precios de todos los commodities.
“La situación económica no tolera el aumento de los precios que va a significar el aumento de la pobreza, inflación sobre todo en época de fin de año. Puede calentarse más el ambiente para el gobierno”, analizó.
Reforma laboral
El catedrático reconoció que el país debe avanzar en un nuevo Código de Trabajo que recoja las necesidades actuales. Sin embargo, mencionó que la propuesta debe ser integral, deben abrirse los espacios para que los sectores económicos puedan establecer las condiciones de trabajo.
“Los empresarios avaros son los preocupados para bajarle la liquidación a los empleados”, criticó. Así, dijo que la nueva ley debe facilitar la relación entre trabajador y empresario.