A machetazos estamos partiendo al Ecuador sin ton ni son,
porque como nación, estamos divididas en más de dos.
Por un lado, están los que tienen todo lo que no deben tener,
y por el otro, están los que no tienen nada de lo que deben tener.
A machetazos rompemos el diálogo en dos,
porque a machetazos dividimos al don de la razón de un coscorrón.
A machetazos dos hombres quieren solucionar sus invictos,
porque no saben como resolver sus conflictos.
A machetazos el Ecuador se va a destruir,
porque nos olvidamos de como se debe construir.
A machetazos queremos avanzar,
porque no existe la empatía en nuestro andar.
A machetazos vamos a imponernos,
porque un acuerdo nunca vamos a proponernos.
A machetazos nos vamos a hundir,
porque no sabemos como resistir.
A machetazos nos vamos a matar,
porque no podemos escuchar, mucho menos respetar.
A machetazos nos vamos a enterrar,
porque nos olvidamos de lo que es acordar.
A machetazos no se puede dialogar,
porque es a machetazos que se busca erradicar,
las ideas y las formas de pensar.
A machetazos saldrán a protestar,
porque cuando quienes ya no tienen nada más que perder,
a machetazos se luchará por el poder.
A machetazos la maleza removemos,
pero a machetazos nunca lograremos arrancar
ni podremos erradicar,
el dolor,
la desigualdad,
las injusticias,
de nuestra nación,
que está en estado de desolación.
A machetazos se abren cocos y caminos.
pero a machetazos muchos se convierten en asesinos.
Machetazos es también lo que sentimos las mujeres cuando parimos,
porque al parir en dos nos partimos.
En dos nos dividimos, porque en nuestro cuerpo queda nuestra vida,
pero desde nuestro cuerpo sale otra vida.
La violencia y su presencia,
a machetazos nunca la destruiremos,
porque a machetazos la ejercemos y la mantenemos.