Un reporte del canal Ecuavisa, reveló este viernes 22 de noviembre, que las dos empresas proveedoras de los generadores de energía termoeléctrica contratadas por el Gobierno, podrían entregar con retrasos los 241 megavatios (MW) que debían estar en pleno funcionamiento el 27 de diciembre, de acuerdo con el Ejecutivo.
La proveedora informó que tuvo problemas para embarcar los generadores que estaban en el Líbano, pero que ya están viajando y deberían estar operando desde el 9 de enero.
Por otro lado, este jueves el Ministerio de Energía y Minas anunció que ya zarparon, desde Estados Unidos, las primeras 23 unidades de generación eléctrica para la nueva central térmica de Salitral, en Guayaquil.
De acuerdo con la cartera de Estado, estas primeras unidades, correspondientes a la fase inicial del proyecto, aportarán 80.5 megavatios (MW) de energía, “fundamentales para fortalecer el suministro eléctrico durante la emergencia energética actual”.
A través de su página web, la entidad detalló que en Salitral, los trabajos de obra civil registran un avance del 90 por ciento, con las plataformas necesarias para la instalación de los motores.
De igual manera, la ministra encargada de Energía y Minas, Inés Manzano, anunció este viernes en su cuenta de X que ya iniciaron las primeras pruebas en el complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón.
En octubre de este año, el exministro de Energía, Antonio Gonçalves, detalló que a finales de 2024 entrarán en funcionamiento 68 megavatios (MW) de este complejo, ubicado entre Santo Domingo, Pichincha y Cotopaxi.
Mientras tanto, el presidente Daniel Noboa, prometió este miércoles, 20 de noviembre, que “en diciembre se acabarán los apagones en el país” y explicó que su Gobierno ha invertido unos 700 millones de dólares para reactivar el parque termoeléctrico.
Ecuador atraviesa por una crisis energética que ha provocado apagones de hasta 14 horas en el país andino.
Expertos y ciudadanos aseguran que el origen de la actual emergencia energética está en la falta de inversión y previsión de las autoridades, que no adoptaron medidas ante los reportes que preveían la sequía.
Mientras tanto, el Ejecutivo atribuye la crisis energética al peor estiaje en los últimos 60 años.