La capital siria enfrentó una situación crítica durante la noche del sábado, 7 de diciembre y la madrugada de este domingo con la entrada de grupos rebeldes desde las zonas rurales del sur, tras superar la resistencia militar gubernamental que no pudo evitar la caída del gobierno de Bashar al-Assad.
Durante su avance hacia la capital siria, los extremistas realizaron una acción que ha tenido alto impacto mediático como la liberación de todos los presos de la cárcel de Sednaya, un centro penitenciario ubicado a 30 kilómetros de Damasco.
Los edificios centrales de televisión, el palacio presidencial y el aeropuerto de la ciudad fueron tomados por los grupos islamistas.
La agencia Sputnik citando a un testigo, reportó sobre un intenso tiroteo en los barrios de Abu Rummaneh y Al Mazzeh, que albergan las oficinas gubernamentales en Damasco.
El primer ministro en funciones, Mohamed Ghazi al-Jalali, anunció que desconoce el paradero del derrocado presidente al-Assad y afirmó que hay miedo en sectores nacionales por la llegada al poder de los grupos yihadistas.
No tengo información sobre el paradero de al-Assad, mi último contacto fue ayer en la tarde, explicó el funcionario en declaraciones a la televisora Al Arabiya.
Espero que logremos la reconciliación nacional entre todos los sectores de nuestro pueblo, subrayó.
Asimismo, señaló que la mayoría de los ministros están en Damasco y afirmó que decidió quedarse en la capital para desempeñar su papel.
Al-Jalali reveló que sostuvo una conversación con Abu Mohammad al-Julani, figura principal de la alianza opositora encabezada por Hayat Tahrir al Shams (Organización para la Liberación del Levante, por sus siglas en árabe).
Este último fue fundador del Frente al Nusra, franquicia del grupo terrorista Al Qaeda en Siria, una organización acusada de numerosos crímenes en el país.
En estos momentos están bajo control de la oposición armada las principales ciudades del país, incluido la capital Damasco, Alepo, Homs y Hama, aunque en oriente las urbes de Raqqa, Hasakah y Deir Ezzor están en manos de las fuerzas kurdas.
Mientras, la situación es incierta en torno a las provincias occidentales de Latakia y Tartus.
En las redes sociales ya comenzaron a circular videos sobre ataques y amenazas de los radicales contra miembros de las minorías, entre ellos cristianos, chiitas y alauitas, en un país conocido por su tolerancia.
Más de medio millón de personas murieron desde el inicio de la conflagración, en 2011, según diversos análisis.
En medio de la crisis, Arabia Saudita, Jordania, Egipto, Iraq, Qatar, Irán, Türkiye y Rusia reclamaron una solución política a la guerra y advirtieron que la situación allí es un peligro para Oriente Medio y el mundo.
La situación se deterioró en los últimos días tras una sorpresiva ofensiva hace 12 días de la alianza islamista, que ahora controla el poder.
Rusia concede asilo a Al-Assad y su familia
El depuesto presidente de Siria, Bashar al-Assad, recibió este domingo asilo en Rusia, según informó una fuente del Kremlin a la agencia TASS.
Añadió que «Rusia siempre abogó por la búsqueda de una solución pacífica a la crisis siria».
Según el representante del Kremlin, «funcionarios rusos están en contacto con representantes de la oposición armada siria, cuyos líderes garantizaron la seguridad de las bases militares rusas y las instituciones diplomáticas en territorio de Siria».
Rusia fue un aliado militar de Asad en la guerra civil, pero el apoyo disminuyó en este año por la guerra de los rusos con Ucrania.
Fuente: CNN, Reuters, PL, EFE