La exsecretaria Anticorrupción, Dora Ordóñez, en entrevista para el noticiero “A Primera Hora” de Majestad Radio, reveló que durante su gestión recibió presiones del entonces Consejero Presidencial Santiago Cuesta, para que no haga determinadas investigaciones: “Santiago Cuesta, a través de una tercera persona, me mandó a decir que no me metiera con las empresas públicas estratégicas.
Ordóñez contó que recibió esa advertencia cuando pretendió iniciar una investigación sobre contratos en la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), a propósito de los cuales querían conformar un Comité de Integridad Ética, tanto en CNT cuanto en el resto de empresas públicas: “hablé con el Presidente de la República, quien me dio su total respaldo, pero no sé si le dijo algo a Santiago Cuesta”. Aseguró que esta fue una de las razones por las cuales presentó su renuncia en enero de 2020, tras 9 meses en el cargo.
Dora Ordóñez, refirió que la gestión en la Secretaría enfrentó, además, otras dificultades, como la reducción del presupuesto, que implicó el recorte de más del 60% del personal de esta dependencia, “lo que limitó la gestión de la Secretaría”.
La ex funcionaria explicó que no tuvo conocimiento sobre la investigación que hoy desembocó en el denominado caso Las Torres, sobre una supuesta estructura de corrupción liderada por el Contralor General del Estado subrogante Pablo Celi; el exsecretario General de la Presidencia, José Agusto Briones; y el exgerente de Petroecuador, Pablo Flores: “Me sorprendió lo de José Agusto, mientras se mantuvo como Secretario tuvimos apertura de él para llevar adelante iniciativas de lucha contra la corrupción… Nada queda oculto bajo el sol, y yo espero que haya justicia”.
.@DoraOrdonezC:"Cuando estuve frente a la Secretaría Anticorrupción, a través de una tercera persona, el consejero Santiago Cuesta, me envió un mensaje diciéndome que no me meta con las empresas estratégicas"#APrimeraHora pic.twitter.com/kX8y1xCli7
— PrimeraPlanaECU (@PrimeraPlanaECU) May 12, 2021
Dora Ordóñez añadió que su salida generó incomodidad con la entonces ministra de Gobierno, María Paula Romo, con quien no volvió a hablar.