Por: Héctor Calderón
Estos días tuve la oportunidad de viajar hacia el norte del país y deleitarme de las maravillas que ofrece nuestra tierra. Los lagos, las cascadas, la vegetación, la variedad de paisajes y cada detalle hacen único al Ecuador.
¿Por qué contarles esto? Porque este 20 de agosto, además de elegir a las nuevas autoridades, tenemos que responder la consulta popular sobre la explotación del Yasuní y, en el caso de Quito, sobre la minería en el Chocó Andino. No son cualquier pregunta, el Sí y el No implican decisiones fundamentales para el futuro de nuestro ecosistema.
Mucho tiene que ver la concepción de desarrollo que tenga cada uno de nosotros. ¿Preferimos una política extrativista que arrase con todo con la justificación del desarrollo económico? O ¿preferimos un desarrollo sustentable que apueste por la convivencia del crecimiento productivo con la sostenibilidad de nuestro entorno? Nunca debemos perder de vista que el Ecuador es uno de los países más mega diversos del mundo y que su riqueza natural también puede aportar a la generación de recursos, de empleo en el país.
El camino más fácil siempre será el de seguir haciendo lo mismo. La explotación petrolera ya lleva más de 50 años en el Ecuador, ¿cuánto ha sido su aporte para el desarrollo del país? Y preguntó ahora con más especificidad, ¿cuál ha sido su aporte para el desarrollo de las poblaciones en las que se extrae el crudo? La región Amazónica tiene altos índices de pobreza y desnutrición; y el acceso a servicios como salud y educación es bajísimo.
Nuestra responsabilidad no está solo con el presente, también está con el futuro. Es nuestra obligación cuidar el país en que el vivirán las próximas generaciones. Cuidemos nuestro ecosistema, cuidemos la vida, digamos Sí al Yasuní, sí al Chocó Andino.
Regresé extasiado de la belleza natural de nuestro país (fui a una sola provincia). El Ecuador merece un futuro en el que aprendamos a convivir, a preservar su ecosistema.
La opinión de Héctor Calderón.