Desde que se desconectaron más de 300 radares de velocidad en todo el país, los accidentes viales aumentaron notablemente. En Guayaquil, donde circulan más de 600,000 vehículos, los 50 radares en funcionamiento están fuera de servicio. Las calles reflejan ya las consecuencias.
“Fue de un día para otro, y esto ha hecho que se incrementen los siniestros”, afirma Christian Dunn, director de monitoreo de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM). Los datos muestran que, entre el 4 y el 30 de abril de 2025, las muertes por accidentes se duplicaron en comparación con el mismo período del año anterior.
Los heridos aumentaron en un 9 %, y los incidentes crecieron en un 7 %. Los tramos más afectados son la vía Perimetral y la vía a la Costa. También hubo más incidentes en la vía a Daule y en la avenida Narcisa de Jesús.
“Hay conductores que van a 120 o 130 km/h. No hay respeto hacia los límites, ya que la ciudadanía no tiene control”, advierte Dunn.
Ante la falta de radares fijos, la ATM realizó más de 120 operativos con radares móviles. Aunque estas acciones se viralizaron en redes sociales, la entidad aclara que no generan multas.
La solución llegará con la compra de 50 nuevos radares, colocados en los puntos más peligrosos. “No estarán en los mismos lugares, porque el tránsito cambia. Haremos un estudio para identificar los sitios más conflictivos”, explica Dunn.
Los nuevos radares cumplirán con los estándares de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT): grabarán en video, tendrán visión nocturna y capturarán las placas delanteras y traseras de los vehículos.
Mientras tanto, las autoridades piden prudencia a los conductores y recuerdan que el exceso de velocidad sigue siendo una de las principales causas de muertes en las carreteras.