Barbados, una isla caribeña de poco menos de 300.000 habitantes, abandona los lazos coloniales con la monarquía británica.
La antigua colonia británica —que obtuvo su independencia en 1966— revivió su plan de convertirse en una república en septiembre pasado con la gobernadora general del país, Sandra Mason, diciendo que «ha llegado el momento de dejar atrás por completo nuestro pasado colonial».
En las festividades estuvo el príncipe Carlos, heredero del trono británico e invitado como futuro líder de la Commonwealth. Esta es una organización de 54 miembros de la mayoría de los antiguos territorios británicos.
Es la primera vez en casi tres décadas que un reino ha optado por remover a la monarca británica como jefa de Estado. La última nación en hacerlo fue la isla de Mauricio en 1992. Al igual que ese país, Barbados también tiene la intención de seguir siendo parte del Commonwealth.
El cambio se produce casi 400 años desde que el primer barco inglés llegó a la isla más oriental del Caribe.
Barbados era la colonia más antigua de Gran Bretaña, que se estableció en 1627. Fue «gobernada de manera ininterrumpida por la Corona inglesa hasta 1966», según Richard Drayton, profesor de historia imperial y global en el Kings College de Londres.
La primera ministra Mia Mottley, que recientemente participó junto a otros los líderes mundiales en la cumbre climática COP26 en Glasgow, Escocia, no necesitó celebrar un referéndum público sobre el tema para seguir adelante. En mayo, su gobierno creó un Comité Asesor de Transición del Estado Republicano. El grupo de 10 miembros estuvo encargado de ayudar a gestionar la transición de un sistema monárquico a una república. El único obstáculo fue asegurar una mayoría de dos tercios en el Parlamento, lo cual fue un proceso relativamente sencillo dado que su partido ha tenido la mayoría desde su aplastante victoria en 2018.
La decisión de cambio constitucional de Barbados ha tenido lugar fuertemente inspirado por el movimiento Black Lives Matter en el Reino Unido y los Estados Unidos el año pasado. Dado que la población de Barbados proviene de los esclavos negros que fueron trasladados de África al Caribe, los políticos de la isla han declarado abiertamente que ven la medida como una forma de deshacerse de su pasado colonial.
Con una ruptura tan amistosa, y la lejanía de Londres y su sustancial falta de interés en los asuntos de la zona, podrían llevar a otros territorios a romper sus vínculos con las instituciones británicas.
Fuente: CNN