Diciembre es un mes de festejo y vacaciones por Navidad y Fin de Año. La dinámica de los días festivos expone a los animales a sufrir estrés por el exceso de ruido y explosiones, como la pirotecnia.
De acuerdo con la Unidad de Bienestar Animal de Quito, los ruidos fuertes pueden causarles palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros.
El Colegio de Veterinarios de Buenos Aires- Argentina señala que a los animales de compañía como los perros y gatos, los ruidos fuertes pueden causarles pánico y provocar conductas no habituales como escapar sin rumbo y perderse, lastimarse, o lastimar a las personas.
Dependiendo de cada caso particular, se debe consultar al médico veterinario para considerar la utilización de sedantes prescritos, que evitarán momentáneamente estas situaciones.
La sensibilidad auditiva del perro, es decir la franja de sonidos que capta abarca entre los 20 mil y 65 mil Hertz. Mientras que, el gato entre 48 y 80 mil Hertz, es decir que el oído del gato doméstico es mucho más sensible respecto al canino.
No obstante, los perros perciben por ejemplo tormentas a 10 kilómetros de distancia de donde se encuentran.
Recomendaciones
- La principal recomendación es ubicar a nuestros animales en un espacio donde estén cómodos, con sus juguetes habituales, comida, agua y algún sonido con el que estén familiarizados; y evitar arrojar pirotecnia cerca de los perros y gatos.
- Cerrar bien puertas y ventanas para que no puedan escaparse, perderse y para que el ruido sea menos intenso. Lo ideal sería estar con ellos para distraerlos y acompañarlos.
- Es importante no dejar a las mascotas al aire libre o en balcones sin protección, ya que pueden huir por miedo.
- No se debe tener atadas a las mascotas, pues eso puede generarles mayor ansiedad y estrés.
- Se recomienda distraerlos con alimentos y juegos mientras duran las explosiones causadas por la pirotecnia.