La contratista a cargo de la rehabilitación del proyecto ferrocarril ocasionó pérdidas por más de USD 10.5 millones para la Empresa Ferrocarriles del Ecuador (FEEP). Así lo confirmó la Contraloría General del Estado (CGE).
De acuerdo con el informe de CGE, la contratista no realizó la reposición de 175.000 durmientes de madera dañados. Esta situación afectó la funcionalidad de varios tramos de la vía férrea y dejó tres rutas inoperativas.
Los 175.000 durmientes, instalados entre 2012 y 2013 por la empresa contratista, tuvieron que ser reemplazados en su totalidad por encontrarse en proceso de pudrición, a pesar de que tenían una vida útil de 20 años, según la garantía técnica presentada por el proveedor.
Tras una auditoría, se constató fisuras, presencia de hongos, termitas y un avanzado estado de descomposición de los durmientes.
La Empresa Ferrocarriles del Ecuador mantuvo cerradas las rutas Alausí-Palmira, Huigra-Bucay y Bucay-San Antonio, debido al mal estado de su infraestructura. Además, la empresa hizo nuevas contrataciones para reemplazar los durmientes dañados. Aseguró la operación de los tramos Yaguachi-San Antonio, Sibambe-Huigra, Riobamba-Palmira, Riobamba-Ambato y Quito-Latacunga.
La auditoría también determinó que la firma proveedora no contó con un stock mínimo de durmientes para su reposición, en caso de contingencias en los tramos del ferrocarril. Este incumplimiento imposibilitó la FEEP cuente con el material necesario para cuidar el estado de vías férreas y asegurar su funcionamiento.
La resolución de responsabilidad civil se desprende del informe que examinó los contratos para la adquisición de equipos para el proyecto del Ferrocarril. Estos documentos se suscribieron entre enero de 2013 y diciembre de 2018.