Por: Héctor Calderón
Daniel Noboa empieza su último año de gestión con una popularidad que todavía supera el 50% pero con dudas sobre la gestión y la capacidad de resolver los problemas cotidianos del país.
El alto porcentaje de aceptación del primer mandatario se debe, en gran parte, en su capacidad de conectar con públicos más jóvenes. Su presencia en redes sociales, la simbología de sus accesorios (como gafas o zapatos), el uso de trends (tendencias) para comunicar, la compañía de su esposa influencer; provocan que Noboa tenga un alto engagement en el medio digital lo que ayuda a contrarrestar la realidad que viven miles de familias en el Ecuador.
El marketing político ha sido capaz de mostrar un Noboa eficiente, ejecutor, como diría Lavinia, un Noboa que resuelve. ¿Pero qué tan apegado a la realidad es ese producto que nos venden? Si hablamos de cifras, desde varios espacios se ha demostrado que Daniel Noboa ha mentido en cuanto a los números. Las cifras de empleo que difunde el gobierno no son las mismas que informó el INEC. Los índices de violencia, de femicidios han sido manipulados, comparando periodos que no corresponden o coinciden.
El informe a la Nación fue un claro ejemplo de esto. La presentación de Noboa fue más parecida a un “pitch” vendedor que a una rendición de cuentas de una autoridad. Adornos audiovisuales, merchandising y frases tipo slogan caracterizaron la presencia del presidente en la Asamblea. Más allá de un informe de los 6 meses de gestión, fue el lanzamiento de su campaña para las elecciones del 2025.
Y no solo las cifras son las que no coinciden. A diarios tenemos noticias de asesinatos, sicariato, secuestros, robos, extorsiones. Noboa habla de eficacia en el control de las calles, pero la realidad que palpa el ciudadano es otra. Su política social es nula, no sabemos qué plantea en educación, en seguridad social, en salud. Los pacientes de enfermedades catastróficas y, en general, los usuarios de hospitales públicos se quejan, con desesperación, de la falta de insumos, de medicinas.
¿Cuán poderoso puede ser el marketing político? Mucho. Más aún cuando tienes todas las herramientas para abusar de él y cuando tu competencia no sabe cómo usarlo. Quienes critican a Noboa por cómo comunica lo fortalecen. Entren a la cancha, jueguen, demuestren que Noboa miente usando sus mismas herramientas, su mismo lenguaje. El problema no es el Tiktok, los trends, el problema es que no sepan cómo conectar con quienes están ahí, con quienes se informan por redes sociales. No permitan que el mundo digital muestre una realidad distinta.
La opinión de Héctor Calderón