El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, abrió este lunes, 18 de noviembre, la Cumbre de Líderes del G20 en la ciudad de Río de Janeiro, con la presentación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
Según el gobernante, la alianza será nuestro mayor legado. «No se trata sólo de hacer justicia, (la lucha contra el hambre) es una condición imprescindible para conquistar sociedades más prósperas y un mundo de paz».
En el Museo de Arte Moderno (MAM Río), el encuentro reúne este lunes y mañana a las 19 mayores economías del planeta y las uniones Europea y Africana.
Líderes de grandes potencias como Joe Biden, de Estados Unidos, y Xi Jinping, de China, discutirán temas como la inclusión social, la reforma de la gobernanza global y transiciones energéticas.
Tal grupo representa alrededor del 85 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, el 75 del comercio internacional y dos tercios de la población mundial.
Bajo el mando de Brasil por primera vez, la reunión se centrará en la lucha contra el hambre, el cambio climático y la reforma de las instituciones de gobernanza global, como Naciones Unidas.
Cada año cambia la presidencia del bloque: fue de India en 2023, está con Brasil ahora y será de Sudáfrica en 2025.
La iniciativa, a propuesta de Lula, nace con 147 miembros fundadores, entre los cuales 81 países y 24 organizaciones internacionales.
Al principio, a la alianza se adhirieron todos los miembros del G20, con la única excepción de Argentina, cuyo presidente Javier Milei rechazó la agenda de desarrollo sostenible, que busca poner fin al hambre, empoderar a las mujeres y frenar el cambio climático, entre otros objetivos.
Sin embargo, horas más tarde, el Gobierno argentino reveló que finalmente firmará la Alianza.
Fuentes cercanas a la delegación de Milei explicaron que lo que liberó la firma fue que el mandatario podrá sumar a Buenos Aires con sus propias motivaciones legales y técnicas, sin verse obligado a acompañar a la mayoría.
Igualmente, entre los miembros fundadores de este nuevo mecanismo hay nueve instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarroll, y 31 organizaciones filantrópicas, como las fundaciones Rockefeller y Bill & Melinda Gates.
México propuso establecer fondo para programa de reforestación
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, propuso ante la Cumbre de Líderes del G20 en Brasil establecer un fondo para financiar el programa de reforestación más grande de la historia.
De acuerdo con la gobernante, ello “significaría liberar unos 24 mil millones de dólares al año (12 veces lo que ya destina México) para apoyar a seis millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de hectáreas”.
“Algo así como cuatro veces la superficie de Dinamarca, toda la de Guatemala, Belice y el Salvador juntos, o 30 por ciento la de Suecia”, ilustró.
“Con ello –explicó- ayudaríamos a mitigar el calentamiento global y restauraríamos el tejido social ayudando a las comunidades a salir de la pobreza. La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”.
En su discurso, recordó que desde 2018 su país construye un nuevo rumbo gracias al pensamiento del Humanismo Mexicano y al modelo de la Economía Moral, al tiempo que quedó en el pasado el dogma neoliberal de que el mercado lo resolvía todo.