El Ministerio de Energía y Minas alertó la noche de este martes, 25 de marzo, que las fuertes lluvias en la provincia de Esmeraldas provocaron el colapso del dique de contención en el río Caple, sector Cube, zona afectada por el derrame de más de 25.000 barriles de petróleo.
La cartera de Estado explicó que esto ocurrió «debido al volumen de lluvia y la acumulación de palizada».
Además, detalló que los equipos de contingencia de Petroecuador, del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y las empresas de remediación han sido activados de inmediato y se encuentran desplegados en el sitio, donde realizan labores de contención y refuerzo de barreras.
Como medidas emergentes, se han instalado siete barreras en el río Viche y se han dispuesto tractores en las playas para retirar palizada y materiales con petróleo que puedan ser arrastrados por la marea.
El Ministerio de Energía reveló además que se ha suspendido la captación de agua en la planta de San Mateo para prevenir la posible contaminación por hidrocarburos.
En este sentido, especificó que el abastecimiento a la población se garantiza mediante 50 tanqueros que recorrerán las diferentes zonas. Además, el buque Tanata de la Armada Nacional, con 1’140.000 litros de agua, está en camino para reforzar el suministro.
También se continuará entregando tanques de almacenamiento de 2.500 litros.
Más temprano este martes, Petroecuador confirmó que el volumen de crudo derramado por la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el pasado 13 de marzo, fue de 25.116 barriles.
En un comunicado oficial, la empresa estatal detalló que se han recolectado 30.257 barriles de crudo mezclado con agua, mediante 179 tanqueros, los cuales han sido llevados hacia la Refinería Esmeraldas, donde se realizarán los procesos de separación en los tanques slop.
La estatal petrolera indicó también que actualmente llevan a cabo la limpieza de vegetación, riberas y orillas en los ríos Caple, Viche y Esmeraldas.
El derrame afectó gravemente a los cantones Quinindé, Esmeraldas, Atacames y Río Verde y según el alcalde esmeraldeño, Vicko Villacís, aproximadamente 500 mil personas se vieron afectadas, principalmente debido a la interrupción del suministro de agua potable.
Además, se detuvo la pesca artesanal por completo debido a la contaminación de los ríos y también de las costas, incluso las playas permanecen cerradas.
Por esa razón, tanto pescadores como comerciantes ligados al turismo enfrentan pérdidas económicas significativas.