El jurista Edison Loaiza, abogado del exvicepresidente Jorge Glas, relató los hechos que desencadenaron en la concesión de hábeas corpus a favor de su defendido. Así, enfatizó que, tras el dictamen judicial de Manglaralto, los representantes de la justicia ecuatoriana no objetaron la decisión.
Los antecedentes
El abogado recordó que Glas estaba cumpliendo dos condenas en la cárcel de Cotopaxi y que, además, había recibido amenazas de muerte y extorsión. Por este motivo, sus familiares, amigos y simpatizantes realizaron plantones en las afueras de la cárcel. Sin embargo, ante los últimos hechos de amotinamientos en el sistema penitenciario, trasladaron a Glas hacia otro lugar sin conocerse su paradero.
Con ese antecedente, la señora Nicole Malavé, quien se movilizó para realizar un plantón y no encontró al exvicepresidente, solicita una acción de hábeas corpus con sede en Manglaralto donde se encuentra su domicilio. Con ello, la ciudadana buscaba conocer dónde se encuentra Glas. “Dicen que todos sabían dónde estaba; pero, al existir el amotinamiento y saber que lo sacaron, se preocupan y presentan el recurso”, explicó Loaiza. Así, recordó que el juez atendió el pedido, notificó a todos los CRS del país y señaló la audiencia para el viernes 8 de abril de 2022.
Las resoluciones judiciales
Ante los cuestionamientos por el lugar donde se presentó la solicitud, el abogado explicó que la señora Malavé pudo presentarlo en cualquier parte del país; no así, si el pedido nacía de Glas quien solo podía realizarlo en Cotopaxi, donde se encuentra recluido, o en Quito, donde residía previo a la detención.
Al ser notificados, concurrieron el abogado, los directores de CRS; sin embargo, no acude ni el director de la cárcel de Cotopaxi y tampoco permiten la presentación de Glas. “Ante esa situación, el juez toma la competencia, señala para el sábado a las 11:00 la nueva audiencia y notifica al Ministro de Gobierno y al Comandante de Policía para que ubiquen a Glas”, mencionó Loaiza.
En esa nueva convocatoria, concurre el delegado del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el director del CRS de Cotopaxi, el delegado del Comandante de Policía y otro delegado del Ministro de Gobierno. En el proceso, la señora Malavé adjunta el historial clínico, los testimonios médicos y los dictámenes de organismos internacionales; por ejemplo, presentó el exhorto que realizó ONU al pedir al Estado ecuatoriano que dé, a favor de Glas, una medida alternativa o la libertad anticipada de su condena.
Con ello, el delegado del SNAI dijo que no impugnaba la resolución de hábeas corpus del juez y aceptaba las pruebas de hecho. “El mismo delegado dijo que a él le consta que Glas salió del CRS pero que no sabe si a las siguientes horas lo regresaron. Tampoco impugnó el historial clínico, ni los dictámenes de organismos internacionales”, señaló Loaiza.