Fernando Cornejo, especialista en salud mental, indicó que la problemática de la salud mental no es nueva, sino que se ha venido visibilizando con el tiempo. Así, señaló que el suicido es la segunda causa de muerte en los jóvenes y adolescentes. “Estas problemáticas requieren de una atención urgente”, dijo.
Con ese antecedente, cuestionó que existe falta de políticas de estado y que la salud mental es puesta en segundo plano. Así, resaltó que las personas que tienen problemas de salud mental viven 10 años menos que las personas que no tienen estos problemas. “Esto resta productividad al país”, alertó. También, criticó que el sistema de salud debe tener una intervención en la salud mental de forma permanente, no solo cuando hay un caso dramático como se ha visto.
Suicidio
Cornejo indicó que detrás de cada suicidio consumado existen aproximadamente 10 intentos del mismo. Además, señaló que apenas el 3% de personas que tienen trastorno esquizofrénico y bipolar reciben tratamiento a tiempo. También, apenas el 10% de las personas que tienen trastorno de depresión acceden a atención.
“El tema se invisibiliza porque no hay prioridad por parte de los entes llamados a establecer políticas públicas”, dijo. Según el Atlas de la OMS de 2020, apenas el 40% de países a rebotado políticas de la salud mental claras. El mito de la salud mental debe ser derivado, resaltó y cuestionó “la idea de: pon de parte o ten un poco más de ánimo”, que emiten algunas personas como ayuda. Estos problemas en realidad son una enfermedad individual que en el colectivo se transforma en problemas de salud pública, enfatizó.
Cornejo puntualizó que cuando se habla de sistemas de salud fragmentados y casi privatizados, la salud mental se transforma en un lujo. Así, señaló que para el año 2013 había 35 psiquiatras distribuidos en todo el sistema de salud público del país, para el 2018 bajaron, luego “pensemos en los despidos del personal de salud en pandemia”. Además, indicó que estos psiquiatras distribuidos en el país están concentrados en Guayaquil y Quito. “Esto nos lleva a hablar de desigualdades y pensar que en muchas provincias de nuestros países tener acceso a salud mental se constituye un mito”, dijo.
El especialista enfatizó que en el Ecuador la única Universidad que está ofreciendo formación de nuevos estudiantes de posgrado en la salud mental es la Universidad UTE. “Esto implica que no hay los sufrientes estímulos como becas para que los estudiantes puedan llegar a ser profesionales de la salud mental”, lamentó. Además, comentó que la brecha se va incrementando por la jubilación de los profesionales.