“Es necesario que más que existir un plan, una visión de lo que debe realizarse”, señaló Luis Altamirano, excomandante General del Ejército, en diálogo con A Primera Hora. Así, criticó que en torno al tema de seguridad del Estado y “por los hechos que hemos visto y los anuncios, existe bastante improvisación”.
Con ese antecedente, señaló que hay un diagnóstico de las potenciales causas que llevaron a una degradación en la seguridad del país; por ello, dijo, es necesario que los planes que ya había se trasladen a estrategias con una visión de corto, mediano y largo plazo. “Esta visión debe envolver todas las aristas que representan sectores e instituciones de una forma equilibrada y racional”, añadió.
El Excomandante explicó que la seguridad, en su concepto amplio, no es responsabilidad exclusiva de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, sino que también involucra al cuerpo de vigilancia penitenciaria. Además, señaló al sector, aduanero, los cuerpos de seguridad de los municipios, migración, salud, educación, entre otros. Así, dijo que, por ser de carácter integral, la estrategia no debe apuntar a que solo se integren 30.000 policías; además de los anuncios de guerra contra la delincuencia. “Este gobierno acaba en 3 años, pero las consecuencias de ingresar policías, será para los próximos gobierno”, cuestionó.
La operatividad de la seguridad
“No pensemos que el crimen transnacional se soluciona con un policía en cada esquina, se necesita inteligencia y capacidades”, señaló el Excomandante.
En esa línea, informó que la incorporación de los 30.000 policías en servicio significará una carga presupuestaria de $570 millones solo en gastos salariales y gastos patronales. A eso se debe sumar la alimentación que ascendería a $38 millones más; así mismo, para uniformes son $70 millones; para equipamiento y gestión operacional anualmente se requiere de $800 millones. Es decir, si el Estado destina $1.000 millones para toda la educación superior, para mantener a los 30.000 policías, se requerirá del 80% de ese valor.