Por: Wilson Benavides Vásquez, analista político
Los resultados de los comicios presidenciales y parlamentarios anticipados del pasado 20 de agosto sorprendieron a todos. Las encuestas de intención de voto -una vez más- fallaron en sus pronósticos, a tal punto que dos de los tres candidatos que -según esas mediciones- estaban en el segundo pelotón detrás de la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, descendieron a los últimos lugares de la tabla de entre siete aspirantes a Carondelet.
El cruel asesinato de Fernando Villavicencio y el debate electoral organizado por el CNE son las hipótesis más difundidas para explicar el movimiento del tablero electoral que provocó que el segundo finalista que pasó al balotaje contra González se defina a contrarreloj, prácticamente en la última semana previa a esos comicios.
Al parecer un buen porcentaje de indecisos decidió sus preferencias electorales tanto por Daniel Noboa (de Acción Democrática Nacional ADN) como por Christian Zurita (de la alianza Gente Buena-Construye), quien reemplazó a Villavicencio como candidato, pero sin ser incluido en la papeleta, ni tampoco participar en el debate presidencial, lo que debilita la tesis de que este espacio, fue decisivo para definir los aspirantes al balotaje.
Este posicionamiento de Noboa y Zurita desplazó al cuarto lugar al candidato de la alianza “Por un país sin miedo” (PSC, PSP, CD), Jan Topic, y pulverizó las aspiraciones de quienes aparecían como posibles favoritos para pasar a la segunda vuelta: Otto Sonnenholzner, de la alianza “Actuemos” (Avanza y SUMA) y Yaku Pérez (de la coalición “Claro que se Puede”, PSE, UP y Democracia SI). Xavier Hervas no fue ni la sombra del 2021 cuando participó por la Izquierda Democrática (ID), mientras que Bolívar Armijos (movimiento AMIGO), al menos se dio a conocer en el mundo virtual gracias a los memes post debate.
Desde el punto de vista de los membretes partidistas, parece claro que la muerte cruzada y las elecciones anticipadas desplazaron a los partidos tradicionales, exceptuando al correísmo, que es más una identidad política que una organización partidaria propiamente dicha.
El vacío en el espectro electoral dejado por el movimiento Pachakutik y la ID que en 2021 alcanzaron resultados inéditos con bloques parlamentarios de 29 y 18 legisladores, en su orden, hoy fueron reemplazados por el movimiento Construye y ADN, que preliminarmente tienen 31 y 14 legisladores.
La fórmula que se vio luego de las elecciones generales de hace dos años con un presidente de derecha y una Asamblea Nacional de centro izquierda (integrada por el correísmo, Pachakutik y la ID como las fuerzas políticas con mayor representación), en esta nueva legislatura se diluirá dando paso más bien a un probable escenario donde la disputa intrapartidista (entre “leales” y “traidores” al correísmo) podría marcar la cancha del año y medio que sesionará el Parlamento hasta completar el periodo para el que fue elegido Guillermo Lasso (2025).
Eso en la medida en que Construye es liderado por María Paula Romo, ex ministra del Interior de Lenin Moreno, ex asambleísta constituyente y ex legisladora del correísmo convertida hoy en acérrima opositora de Rafael Correa, mientras que ADN se integra por una alianza entre el movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia (PID), encabezado por Arturo Moreno, primo del ex presidente Moreno, y por el movimiento MOVER, ex Alianza PAIS, la otrora organización política de Correa, fundada en el 2006.
A nivel del Ejecutivo, en las seis provincias con mayor número de electores, la realidad tanto de la candidata del correísmo como del presidenciable de ADN, se asemeja en que ambos postulantes obtienen porcentajes distintos a los conseguidos por sus respectivas organizaciones partidistas.
PROVINCIAS CON MAYOR NÚMERO DE ELECTORES | |||||||
PROVINCIA | SUFRAGANTES | DANIEL NOBOA | ADN | LUISA GONZÁLEZ | REVOLUCIÓN CIUDADANA | VILLAVICENCIO ZURITA | CONSTRUYE |
AZUAY | 481.470 | 25,73% | 13,55% | 26,12% | 29,83% | 18,38% | 20,08% |
EL ORO | 420.324 | 26,14% | N/D | 36,32% | 27,87% | 15,84% | 15,82% |
GUAYAS | 2´495.168 | 22,89% | C1:18,48% C2: 15,7% C3:15,44% C4: 11% | 37,64% | C1: 38,37% C2: 40,27% C3: 34,68% C4: 51,31% | 13,48% | C1: 15,08% C2: 16,96% C3: 21,36% C4: 13,96% |
LOS RÍOS | 602.787 | 18,19% | 11,35% | 45,53% | 42,95% | 10,34% | 9,9% |
MANABÍ | 1´100.850 | 19,12% | C1: 9,37% C2: N/D | 50,23% | C1: 53,05% C2: 58,53% | 9,54% | C1: 14,72% C2: 12,33% |
PICHINCHA | 1´930.010 | 24,29% | C1: 12,47% C2: 15,11% C3: 14,25% RESTO: 13,52% | 26,43% | C1: 26,78% C2: 33,26% C3: 35,63% RESTO: 37,22% | 20,24% | C1: 36,28% C2: 24,1% C3: 24,89% RESTO: 21,9% |
Como lo refleja la tabla anterior, Noboa se impuso en las dos provincias de la sierra (Azuay y Pichincha) mientras que González lo hizo en las cuatro de la región costa (Guayas, Manabí, Los Ríos y El Oro).
En el caso de Noboa, tanto en Azuay como en Pichincha, su votación individual es mayor -en casi el doble- a la obtenida por la alianza electoral que lo respalda (ADN), mientras que el porcentaje de votación individual de la candidata del correísmo es menor (salvo en la provincia de Los Ríos) de la conseguida por su organización política (Revolución Ciudadana) en las tres provincias restantes de la costa.
El movimiento Construye, por su parte, logró porcentajes similares de votación a las obtenidas por su candidato, Christian Zurita, salvo en Pichincha y Azuay, donde el apoyo a ese partido es significativamente mayor al obtenido por su aspirante presidencial, lo que abre de antemano al menos dos preguntas de fondo y dejan en el piso el argumento de que el debate del CNE fue decisivo en la medida en que ese aspirante no participó del mismo: 1) ¿Los electores se condolieron por el asesinato de Villavicencio y votaron masivamente por su reemplazo?, y 2) Si el candidato presidencial de Construye no era asesinado, ¿llegaba a la segunda vuelta electoral, pese a no estar entre los favoritos en las encuestas de intención de voto?
El tema queda abierto y lo real es que a nivel del Ejecutivo volveremos -17 años después- a presenciar un balotaje entre las mismas fuerzas políticas, pero ahora con otros membretes y nuevos rostros lo que evidenciaría que tanto el nombre de Correa como el de “Alvarito” están arraigados en importantes segmentos del electorado, que en el segundo caso no se habían mostrado políticamente, camuflándose varios años en otras opciones partidistas.
En los comicios generales de 2006, fueron Rafael Correa Delgado y Álvaro Noboa Pontón quienes se enfrentaron en segunda vuelta, mientras que este próximo 15 de octubre de 2023, lo harán sus delfines políticos, Luisa González Alcívar y Daniel Noboa Azín, respectivamente.
Hace 17 años, Noboa acusaba a Correa de querer convertir al Ecuador en la Venezuela chavista, mientras que este último denunciaba al primero de buscar la Presidencia de la República solo por un capricho personal. Con el slogan: “la Patria vencerá a las chequeras”, Correa se impuso finalmente a Noboa en esas elecciones.
Casi dos décadas después, correísmo y noboismo se medirán nuevamente en una contienda presidencial, mientras que como avanza el escenario en la Asamblea Nacional, es bastante probable que correísmo y ex correísmo (representado actualmente con otros membretes como Construye y ADNE) se volverán a encontrar en el Parlamento ecuatoriano. Ojalá que -por el bien del país- la eterna lucha entre “ricos” y “pobres” o entre “leales” y “traidores”, no termine empantanando aún más a este país postrado por la violencia, la corrupción y la indolencia.
La opinión de Wilson Benavides.