El gobierno de Daniel Noboa detalló las acciones efectuadas en los 10 meses de gestión y la proyección de soluciones respecto de la crisis eléctrica.
Según informó, se han contratado 341 MW (megavatios) de energía, en un primer bloque, que sumados a 69 MW de proyectos que estaban abandonados dan un total de 410 MW. Mientras tanto, se avanza en la incorporación de hasta 1.020 MW adicionales, en un segundo bloque.
Para el primer bloque de generación de energía de 341 MW, el gobierno invirtió USD 350 millones. El proceso incluyó el alquiler de una barcaza de 100 MW, que ya está en funcionamiento, y la compra de generación permanente en tierra por 240 MW, distribuidos así: 91 MW en Esmeraldas (que serán habilitados en diciembre de 2024), 100 MW en Salitral y 50 MW en Quevedo (ambos serán habilitados en noviembre de 2024).
Además, gestionó la reactivación de proyectos abandonados, que suman 69 MW más al sistema eléctrico. En estos se incluyen 54.4 MW de la Central Quevedo, 8 MW de la repotenciación en Santa Elena y 6.5 MW del Proyecto Eólico Minas de Huascacha.
El segundo bloque significará la adquisición de hasta 1.020 MW. Esto contempla la compra de 520 MW de generación en tierra, y el alquiler de hasta de 500 MW.
Se distribuirán de la siguiente manera:
- 200 MW – 240 MW en Las Esclusas – barcaza
- 40 MW en Termogas Machala (estimado diciembre)
- 120 MW Guayaquil o Durán – barcaza (estimado noviembre)
- 100 MW en Ecuagran – barcaza (estimado diciembre)
El proceso de contratación para la generación flotante en Las Esclusas ya está en curso en el portal del Servicio de Contratación Pública, Sercop. El plazo para la recepción de propuestas culminó este 19 de septiembre. Se prevé que la contratación esté lista en octubre noviembre para iniciar inmediatamente operaciones.
Hasta el momento, para este segundo bloque el Ejecutivo destinó $ 800 millones, monto incluye la compra de 520 MW de generación en tierra y el alquiler de la barcaza en Las Esclusas. Mientras que, el resto de los contratos del bloque están en proceso de análisis.
De otro lado, el Ejecutivo asegura que apunta a garantizar una soberanía energética que no dependa solamente de las hidroeléctricas. Por ejemplo, se trabaja en la importación, almacenamiento, distribución y comercialización de gas natural, que será fuente de combustible más limpia y eficiente para generación térmica.
Y se aprobó una regulación de emergencia para el funcionamiento de equipos energéticos del sector privado.