El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) maneja dos escenarios eruptivos del volcán Cotopaxi, luego de una evaluación sobre la actividad superficial e interna, realizada desde el 21 hasta el 28 de octubre de 2022.
Dos escenarios en orden de probabilidad
- La emisión de ceniza del 21 de octubre de 2022 correspondería a un evento aislado, similar a otros menores durante estos últimos siete años. Este tipo de eventos puede repetirse en el corto y mediano plazo, es decir, días a semanas. En este escenario no se esperaría actividad superficial mayor a corto plazo.
- La emisión de ceniza del 21 de octubre de 2022 correspondería al inicio de un periodo eruptivo, relativamente equivalente a la actividad del 14 de agosto de 2015. Al momento la incertidumbre es demasiado alta para estimar el tamaño de este posible periodo eruptivo, así como la velocidad de los cambios que el volcán podría experimentar. El IG destaca que la presencia del magma en el conducto y la desgasificación indican un sistema abierto. Bajo estas condiciones los signos premonitores de eventos eruptivos son muy sutiles e incluso inexistentes, limitando la anticipación o pronóstico de eventos mayores.
Silvana Hidalgo, investigadora del IG, precisó en una rueda de prensa que la actividad del coloso, a diferencia del 2015, no presentó cambios a nivel de la sismicidad, deformación y hubo pocos cambios a nivel de la desgasificación.
“Pudimos determinar que el gas que está saliendo del cráter sí tiene un componente magmático”, señaló.
El vulcanólogo Benjamín Bernard también destacó que no solo hay material antiguo, sino también material fresco que proviene de la “fragmentación de un magma”. Dijo que dentro del cráter hay material caliente a temperaturas altas.
Bernard advirtió que la ceniza emitida por el volcán es “muy fina”. Detalló que más del 60% de la ceniza puede entrar por nariz y boca; el 13 % puede entrar a los pulmones; y el 3.5% puede ingresar a los alveolos de los pulmones.
Por ello, “es muy importante el uso de la mascarilla cuando hay caída de ceniza”, añadió.
La investigadora Silvia Vallejo explicó los resultados obtenidos del monitoreo térmico aéreo. Se constató que los campos fumarólicos localizados al exterior del cráter se encuentran activos. Estos presentan temperaturas similares a las de años anteriores, como en 2015.