Por: Andrés Zurita, director Ejecutivo de AEI
Si reflexionamos sobre en qué podríamos competir a nivel mundial, es evidente que debemos identificar aquello en lo que tenemos una ventaja frente a otros países. Aunque existen varios factores, la luminosidad y la ubicación geográfica del Ecuador, que produce cambios bruscos de temperatura en el día, son probablemente nuestras mejores cartas. Estos dos elementos permiten que ciertos productos agrícolas (y aquellos que se alimentan de estos) desarrollen características únicas: flores, banano, cacao, camarón, arándanos, aguacates, entre otros.
Esta condición ya representa una ventaja. Y si le sumamos el hecho de que somos el país más emprendedor de la región, tenemos un cóctel que debería permitir que los emprendimientos ecuatorianos compitan globalmente y alcancen dimensiones excepcionales en ventas y valoración.
Ahora bien, si observamos la composición empresarial del país, donde las microempresas representan el 93.9% del total, el desafío es lograr que los emprendimientos no se queden pequeños, sino que crezcan y lleguen a valer o vender cientos de millones.
¿Qué necesitamos para que esto ocurra? Primero, entender las características de estas empresas. Y empecemos por ponerles nombre: Unicornios, Centauros y Ponis.
- El Unicornio es un especimen raro y valioso: vale al menos 1.000 millones y cuenta con una ventaja competitiva única (quizá, en nuestro caso, esa ventaja podría ser la luminosidad).
- El Centauro es una empresa que logra vender cientos de millones.
- El Poni, por su parte, alcanza ventas superiores a los 10 millones.
Estas empresas tienen ciertas características en común:
- Innovación disruptiva: No producen lo típico, sino que ofrecen algo tan diferenciado que les permite competir en otros mercados.
- Escalabilidad: Pueden crecer rápidamente sin necesidad de hacer adaptaciones complejas. Aquí, el uso de tecnología es fundamental.
- Visión global: Nacen pensando en resolver problemas generales y en expandirse rápidamente fuera de Ecuador.
Detrás de estos proyectos, hay líderes con visión clara y capacidad de ejecución. En el caso de Ecuador, los fundadores de Kushki e Inspectorio han demostrado ser visionarios al posicionar sus empresas como actores clave en sus respectivas industrias.
Tal vez, con la estrategia adecuada y aprovechando nuestras ventajas naturales, no solo podamos hacer crecer emprendimientos, sino también hacer crecer unicornios en Ecuador.