La periodista ecuatoriana, Denisse Molina, quien se encontraba en Bangkok, Tailandia, cuando se registró el terremoto de 7,7 grados en la escala de Richter con epicentro en Myanmar, contó a través de sus redes sociales los “momento de terror” que vivió desde un piso 29.
«Pensé que no iba a salir de esta, pensé que era el último día de mi vida, dijo Molina, quien explicó además que cuando comenzó a temblar se sintió un estruendo “muy fuerte”.
“Momentos de terror, angustia y desesperación”, enfatizó Molina mientras describía en sus redes el momento del temblor.
“Estaba en mi habitación, en horas de la tarde, cuando de repente empezó a moverse el edificio. Pensé que era yo, que estaba mareada, pero cuando vi cómo se tambaleaba, como los vidrios se quebraron, como al frente de la venta en un piso 29 se veía el otro edificio que se movía como una hamaca”, recordó conmocionada
Aseguró que fue un sismo “difícil de describir” y detalló que lo primero que hizo fue meterse debajo de una mesa y mandarle un mensaje a su esposo e hijos. “Pensé que no iba a salir de esta”, comentó.
Se han reportado más de 140 personas muertas y más de 730 heridas, según el jefe del gobierno militar de Myanmar.
El terremoto causó el derrumbe de edificios a cientos de kilómetros de distancia, en Tailandia. Al menos tres personas murieron en la capital del país, y las autoridades se apresuran a liberar a 81 personas que se cree que están atrapadas bajo los escombros de un edificio de gran altura en construcción en la ciudad, según informaron las autoridades.
Medios internacionales reportaron sobre la situación en Myanmar, una de las naciones más pobres de Asia, se tambalea tras una guerra civil desencadenada por un golpe militar en 2021.
La debilidad de sus infraestructuras le impide hacer frente a grandes catástrofes naturales.
Franjas del país están gobernadas por un mosaico de milicias, lo que dificulta enormemente la recopilación de información fiable.
Además, el ejército corta regularmente las comunicaciones en las zonas de conflicto.