Por: Héctor Calderón
La nueva Asamblea está a punto de posesionarse y en las horas previas han salido a la luz los acuerdos que han logrado varias bancadas que, a primera vista, abonarían el camino para que en Ecuador exista gobernabilidad.
El Partido Social Cristiano, la Revolución Ciudadana y el movimiento ADN han encontrado puntos en común que les permitirá poner las autoridades en la Asamblea Nacional, distribuir el control de las comisiones y establecer una agenda legislativa que le permita al presidente Daniel Noboa establecer las medidas urgentes que necesita el país. El nuevo mandatario, en varios espacios, también ha aclarado que estos consensos no incluyen temas de repartos, impunidad y persecución.
¿Es positiva la unidad y el consenso? Claro que sí. O sino pregúntenle al presidente Guillermo Lasso quien, al inicio de su periodo, decidió traicionar un acuerdo similar al que tiene hoy Noboa, lo que le provocó una ruptura con las principales fuerzas políticas en la Asamblea y evidenció su incapacidad para tender puentes y gobernar.
Noboa ha sido más inteligente. Desde la campaña se mostró más conciliador y contrario a los anti; y eso está a tono con lo que el país requiere. El Ecuador vive momentos tan complejos en los que el único camino para salir de la crisis es la unidad; unidad que debe venir sin condicionamientos, sin revanchas; pero con el firme propósito de trabajar juntos por el país.
Lastimosamente hay quienes no quieren salir del conflicto, las etiquetas y los anti; será porque eso seguramente los mantiene en vigencia y porque el odio los consume a diario. Es el momento de la unidad y quien ponga condiciones, priorice agendas individuales o insista en la polarización deberá ser señalado por la ciudadanía y castigado en las urnas.
La unidad es el camino, éxitos al nuevo gobierno, a la nueva Asamblea. Su éxito, será el de todo el país.
La opinión de Héctor Calderón.