Roberto González, presidente de Banco del Pacífico, ratificó que las ganancias de la entidad financiera fueron de $5,7 millones para 2020. Pero, enfatizó que la utilidad real generada supera los $75 millones, “puesto que parte de esa utilidad ha sido destinada al saneamiento de la cartera crediticia y los pagos por gastos de procesos de reestructuración”.
“La situación con respecto al ejercicio del año anterior es claramente mejor”, explicó el presidente del Banco. Así, indicó que, en 2020, la institución declaró $30 millones de utilidad y en años anteriores declaró cifras superiores. “De hecho, el banco vino incrementando sus utilidades en las dos últimas décadas desde que concluyó su proceso de saneamiento en 2004”, resaltó.
En esa línea, confirmó que situaciones externas provocaron que las utilidades suban o bajen. Pero, en 2021 aplicaron una política de saneamiento de la cartera crediticia y de reestructuración del Banco. “En 2022 las proyecciones de utilidad son optimistas”, destacó.
Las acciones tomadas
Según González, en los últimos seis meses ajustaron el gasto operacional al tamaño adecuado para precautelar una posible morosidad en la cartera crediticia a futuro. “Puesto que el banco está en un proceso de ser vendido”, indicó.
Por ello, mencionó que cuando se observa la cifra neta y se compara, existen otros bancos que presentaron mayores utilidades. “Pero, la bajada es puntual y temporal. Es un tema puramente transitorio que no afecta a la solvencia del banco ni sus niveles de liquidez”, enfatizó.
De acuerdo con el presidente del Banco del Pacífico, la institución creció anormalmente en la última década sobre todo en su cifra de personal y en su gasto operacional. Entonces, la decisión de sus autoridades giró en torno a realizar un programa de reducción ordenado y sistemático. Además, cerraron agencias no rentables que no afectaron el contacto con sus clientes.
Con ello, la autoridad alertó que el banco pasó de 1.500 empleados a más de 3.000. Además, paso de ser el más eficiente en 2008, a ser el menos eficiente en el punto de vista de eficiencia organizacional y en 2019 cayó al último lugar “precisamente por el exceso de gastos y de personal que no tenía una función definida”.