La variante Delta de Covid-19 alcanzó los niveles de contagio parecidos a la viruela; en cambio, la variante Ómicron se puede comparar con el contagio que produce el sarampión. Así, el epidemiólogo Daniel Simancas alertó que esta última enfermedad requiere que el 95% de la población esté vacunada. Por tanto, para mitigar la variante Ómicron el país también requerirá de ese porcentaje de personas inmunizadas. “La inmunidad de rebaño ya se está convirtiendo en un sueño o una utopía”, lamentó.
Sobre este tema, Simancas responsabilizó a la comunidad científica. Así, dijo que en este sector se pensó que la variante Delta era el tope de la mutación del virus. Sin embargo, llegan nuevas variantes que no permiten entender cómo evoluciona el virus.
La evolución del virus
Simancas indicó que la principal causa para que el virus mute, se debe a la inequidad con la aplicación de las vacunas. Por ejemplo, señaló que Sudáfrica tiene tan solo al 24% de la población vacunada y es exactamente de allí de dónde salió la nueva variante.
En esa línea, recordó que la variante Delta contagiaba entre seis a ocho personas. Pero, la Ómicron llega a contagiar entre 10 a 30 personas. Allí, la principal medida es evitar los eventos masivos o permitir que más personas ingresen sin tomar en cuenta el aforo permitido.
“Las mutaciones se dan en personas no vacunadas o inmunodeprimidas. Donde no hay vacunación, el virus sigue circulando y ese es el problema”, explicó el epidemiólogo. Así mismo, indicó que las vacunas no detienen el contagio, pero sí son una ventaja para que, en caso de contagiarse, la persona no enferme de gravedad. Además, mencionó que la vacuna disminuye hasta 15 veces la probabilidad de contagio.
Tras preguntas de la audiencia, Simancas enfatizó que no es una buena práctica acudir a un laboratorio para medir los anticuerpos. Así mismo, recomendó que personas con neumonía o alergias acudan lo antes posible a vacunarse.