Por: Nahuel Mendoza, analista político
Comencemos con un hecho: en la dinámica política, quienes alcanzan la Presidencia de la República, tienen un tiempo de gracia, una especie de “comodín”, que les otorga un margen de acción con altos niveles de aprobación y hasta del beneficio de la duda. Esta “luna de miel”, dura más o menos 3 meses, hasta que el mandatario pueda asentarse y comenzar a trabajar. Revisemos la historia, veamos algunas cifras que dan cuenta de los porcentajes de aprobación de los últimos 3 presidentes y analicémoslos:
Daniel Noboa comienza su mandato con un promedio de aprobación del 80 %; aunque, hay que considerar que, en los últimos días, Omar Maluk, le da un porcentaje de más menos 50 %; Guillermo Lasso comenzó con 70 % de calificación positiva, en junio de 2021, porcentaje que se mantuvo después de los resultados por la vacunación contra la COVID-19. Terminó su mandato (por adelantado tras la Muerte Cruzada) con apenas el 10 % de aprobación, esto tras el fracaso rotundo de su gobierno; por último, tenemos a Lenin Moreno quien alcanzó un 70 % de aprobación en febrero de 2018, terminando el 2021 con apenas 9 %, siendo así el mandatario con el peor registro de los últimos 20 años. El declive de los dos últimos mandatarios comenzó poco tiempo después de haber cumplido los 100 días de gobierno, Noboa parece ir por el mismo camino.
Pero, ¿por qué se produce esta baja tan significativa y en tan poco tiempo? Todo esto se debe a las políticas nefastas que han llevado adelante los mandatarios, olvidándose de las promesas de campaña (para variar) y del ecuatoriano de a pie, de sus necesidades, las problemáticas que viven día a día para conseguir trabajo, seguridad, comida, etc.
Ese quemeimportismo de los (3) últimos jefes de Estado, al llegar a Carondelet, ha llevado al país a los niveles más decadentes, en diferentes ámbitos, revisémoslos:
Seguridad. En pleno Estado de Excepción del gobierno actual de Daniel Noboa, se han registrado durante el año 2024, 1.534 casos de extorsión y secuestro, solo en Guayaquil se registran 1.188 casos, 5 veces más frente a los números registrados en el 2023.
Empleo. Según cifras oficiales, hay un evidente aumento del desempleo, se encuentra en un 3.9 % a nivel nacional, respecto al 3,8 del mismo periodo del año anterior, es decir 13.823 ecuatorianos se quedaron sin empleo, en enero de 2024. Estas cifras son las que muestra el INEC en el último estudio realizado. A esto sumamos el retroceso en el porcentaje de la Población Económicamente Activa, que se encuentra en un 35,9%, menor al del 2022 que se encontraba en el 36 %.
Como parte de la justificación de las cifras antes expuestas, se evidencia que, en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), entre diciembre del año pasado y enero de este año, hubo una disminución en las afiliaciones de alrededor de 17.500, contradiciendo una vez más lo dicho por Noboa de la supuesta creación de 50.000 nuevos empleos.
Adicional a lo antes mencionado, tenemos que, el Ministerio del Trabajo ha reportado la terminación de 83.315 contratos de enero a febrero. Es decir, más desempleo.
Salud. Alrededor de 500 médicos posgradistas presentaron una acción de protección por la falta de pago desde hace 4 meses. De igual manera, tenemos un desabastecimiento de medicamentos, según un informe que levantaron algunos asambleístas en el cual señala que, existen hospitales con el 50 y el 60 % de abastecimiento; pese a que el gobierno de Noboa dice que existe un 92 % de medicamentos.
Alza de impuestos. Tras la aprobación de la Ley para enfrentar el conflicto armado interno, la crisis social y económica, la misma que fue promulgada y enviada por Noboa este 12 de marzo, el IVA sube del 12 al 13%, pero eso no es todo, ya que el presidente anunció que, a partir de abril, el IVA subirá hasta el 15%, generando así un escenario adverso para los ecuatorianos; según expertos, esto derivará en una merma en el consumo, un encarecimiento de la vida, de los alimentos y todo lo relacionado a la cadena productiva. Duro golpe.
Actuaciones similares a las que realiza Noboa, lo hizo el expresidente Guillermo Lasso, el mismo que llamó, también, a consulta popular y tuvo como resultado que el No ganó en las 8 preguntas, un revés político durísimo que terminó de sepultar a Lasso.
Alza de combustibles. La cereza del pastel del presidente Daniel Noboa. No conforme con los duros golpes antes mencionados, eliminará los subsidios a los combustibles de manera gradual, en otras palabras, tendremos que pagar mucho más por la gasolina extra y ecopaís. Si, ya lo sabemos, la Cartera del área lo desmintió, pero no nos engañemos, hacia allá apunta la estrategia. ¿Para qué? Para que el Fondo Monetario Internacional preste al país 3.000 millones de dólares (aumentando la deuda) a costa del empobrecimiento de los ecuatorianos.
Estas medidas que hemos enumerado brevemente dan cuenta de la carta de navegación del actual mandatario, que no se diferencia en mucho a las de los gobiernos anteriores. A vísperas de nuevas elecciones, veremos cuáles serán los ofrecimientos de la campaña 2025 de Daniel Noboa para saber si su estrategia está basada en prácticas populistas de decir al electorado lo que quiere escuchar o en un sinceramiento que revele su hoja de ruta. Solo entonces sabremos si reír o llorar.
Lo que sí advierto es que, tras los duros golpes a los bolsillos de los ecuatorianos, veremos fracasar la Consulta Popular y con ella el descenso estrepitoso de Daniel Noboa.
La opinión de Nahuel Mendoza.