La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió esta semana una alerta epidemiológica ante la reciente identificación de casos de sarampión en América Latina, instando a los países a intensificar sus esfuerzos de vacunación y vigilancia.
En el documento, el organismo sanitario detalló que hasta el 5 de octubre de este año, se han registrado más de 14.000 casos sospechosos de sarampión, con 376 confirmaciones en ocho países de las Américas, principalmente en Estados Unidos (267 casos), Canadá (82) y Argentina (11).
La mayoría de estos casos son importados o están relacionados con la importación, precisó la OPS.
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta principalmente a los niños y puede causar complicaciones graves, incluyendo diarrea intensa, infecciones de oído, ceguera, neumonía y encefalitis (inflamación del cerebro). Algunas de estas complicaciones pueden resultar fatales.
El grupo de edad más afectado incluye a niños de 1 a 9 años y jóvenes adultos de 20 a 29 años.
De acuerdo con la OPS, el 57 por ciento de los casos confirmados no estaban vacunados y en el 28 por ciento su estado de vacunación era desconocido, lo que resalta la necesidad urgente de abordar las brechas en la cobertura de vacunación.
Aunque se ha observado un aumento en los casos desde mediados de febrero de este año, la tendencia general muestra una disminución en las semanas posteriores a partir de finales de marzo; sin embargo, se han seguido confirmando casos en los meses siguientes.
A nivel mundial, el sarampión sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, pese a que existe una vacuna segura y eficaz para prevenirlo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 15 de octubre de 2024, se notificaron más de 502.000 casos sospechosos de sarampión en 182 Estados Miembros de las seis regiones de la OMS, de los cuales más de 283.000 (56 por ciento) fueron confirmados.
En este sentido, la OPS exhortó a los países a seguir fortaleciendo los sistemas de vigilancia, la respuesta rápida ante cualquier caso importado de sarampión y alcanzar coberturas adecuadas de vacunación.
“Es crucial abordar factores de riesgo que podrían favorecer la dispersión del virus como la baja cobertura vacunal, las brechas en la vigilancia, la circulación activa del virus en otras regiones del mundo y el aumento del movimiento de personas en la región, y los brotes de dengue en donde se podrían enmascarar algunos casos de sarampión”, señaló la Organización en la alerta epidemiológica.