Por: Héctor Calderón
El baratillo de ofertas ha comenzado. Desde hace varias semanas, los 8 candidatos a la Presidencia del Ecuador se han dedicado a recorrer el país y usar sus redes sociales para difundir las propuestas con las que pretenden llegar a Carondelet.
¿Por qué esta campaña debería ser diferente? Por una simple razón. El binomio que gane las elecciones anticipadas tendrá un periodo de 18 meses, por lo que los candidatos, al menos, deberían centrar sus propuestas en estabilizar el país en ese periodo de tiempo, pues, evidentemente, su gobierno será de transición.
El Ecuador tiene múltiples problemas, pero el más grave está relacionado con la seguridad. ¿Qué pueden hacer los candidatos en 18 meses? ¿Pueden erradicar el problema? ¿Pueden atenuarlo? ¿Pueden estabilizarlo? La realidad es que la inseguridad tiene varias aristas y su solución requiere cambios estructurales que no se los podrá realizar en un año y medio, por ello, quien ofrezca resolverlo nos estará mintiendo. Necesitamos propuestas reales, alcanzables durante su gestión, acciones que abonen a la estabilidad institucional y al fortalecimiento de la gestión pública. No es cuestión de hacer magia, es cuestión de ser responsables, eficientes y transparentes.
¿Qué han dicho los candidatos sobre el fenómeno de El niño? Quien gane en las elecciones tendrá que enfrentar, de entrada, las consecuencias que se generen de las intensas lluvias, inundaciones, sequías que afectarán a la salud y economía de millones de ecuatorianos. Para todos está claro que el actual Gobierno no tiene ningún plan de prevención por lo que no podrá ser una justificación el culpar a Lasso, tendrán que llegar a Carondelet y actuar. ¿Cómo? Eso es lo que necesitamos saber.
En esta campaña no podemos permitir más demagogia, no debemos creer más en que alguien resolverá los problemas del país en apenas 100 minutos como lo aseguró el presidente Guillermo Lasso. Claro que hay que enfrentar la corrupción, claro que se debe fortalecer la institucionalidad, claro que se debe reactivar la economía, mejorar los servicios públicos, equipar hospitales y escuelas, y un sinnúmero de temas que necesitan atención urgente; pero debemos ser conscientes, candidatos y electores, de que vamos a elegir un gobierno transitorio.
Las propuestas de Asamblea constituyente, de libre acceso a la educación superior, de libre porte de armas, de millones de fuentes de trabajo, de erradicación total de la delincuencia o la pobreza no deben ser el centro de atención del análisis y el debate. El baratillo de ofertas nos hace daño, necesitamos propuestas y acciones que estabilicen el país y lo saquen del fango en el que está actualmente. Los cambios estructurales deberán llegar en el 2025.
La opinión de Héctor Calderón.