La empresa española Repsol admitió que la cantidad de petróleo derramado en el mar de Perú durante la descarga del crudo desde el buque petrolero italiano Mare Doricum a la Refinería La Pampilla el pasado 15 de enero alcanza los 10.396 barriles de crudo. Esto 11 días después del primer derrame reportado y en medio de críticas.
La empresa señaló que la cantidad exacta del derrame solo se podrá confirmar una vez que reciba el volumen de crudo que aún queda en los tanques del barco, quien permanece fondeado en la bahía del Callao con una orden de inmovilización bajo fianza de 150 millones de soles (unos 35 millones de euros).
Repsol también aseguró que el 35% del petróleo derramado ya ha sido recuperado mediante las labores de limpieza del mar y de las playas, según las «mejores estimaciones» de la empresa.
La catástrofe medioambiental ha afectado aproximadamente 100 kilómetros de costa, y el área que abarca la mancha de crudo abarca aproximadamente 11,9 kilómetros entre el mar y las playas, según reportó este viernes el Ministerio de Ambiente en una conferencia de prensa. Las autoridades estiman que 21 playas del Pacífico están afectadas.
Las causas del accidente son aún confusas, ya que el derrame se produjo en el momento que arribó a las costas peruanas un tsunami de pequeñas proporciones causado por una erupción volcánica en Tonga que elevó de manera inusitada el nivel del mar y provocó el que agua se adentrase varios metros en tierra.
El Gobierno afirmó que el país andino afronta «un escenario sin precedentes» en su historia ambiental.
A causa de esta suceso, un juez prohibió salir del país al director ejecutivo de Repsol en Perú, Jaime Martínez-Cuesta, que podrá abandonar el país por 18 meses junto a otros tres gerentes y responsables de la empresa.
Por su parte, el presidente de Perú, Pedro Castillo, afirmó el viernes que limpiarán el desastre causado por el derrame de petróleo en Ventanilla y sancionarán a la empresa responsable.
Fuentes: La Vanguardia, EFE, Telesur