El expresidente de Francia entre 2012 y 2017 , Nicolas Sarkozy, fue condenado hoy a 3 años de cárcel acusado de corrupción, pero no será recluido.
Con este fallo de la justicia se convirtió en el segundo expresidente francés en ser sancionado. Lo antecedió Jacques Chirac, en 2011, por malversación de fondos públicos cuando era alcalde de París.
Con suerte, Sarkozy no irá a la cárcel a sus 66 años. Según las leyes locales, su pena a un año de cárcel en firme (con internamiento) pero esta puede ser conmutada. Por ello, el tribunal no ordenó su arrestó al emitir su veredicto.
Medios locales desde París precisaron que también se le inculpa por tráfico de influencias en este caso, aunque tiene otras causas pendientes.
Inocente
Sarkozy reiteró que nunca cometió «el más mínimo acto de corrupción».
Por su parte, su esposa, Carla Bruni, escribió en redes: «La lucha continúa, la verdad saldrá a la luz. #injusticia», escribió en la red social.
El tribunal de París también condenó a la misma pena al exmagistrado, Gilbert Azibert, y al histórico abogado del expresidente, Thierry Herzog. Este último también fue condenado a una inhabilitación profesional de 5 años pero presentó inmediatamente un recurso contra su condena, dijo AFP.
La justicia precisó que hubo un pacto de corrupción entre el exmandatario, Herzog y Azibert.
Se afirma que Sarkozy intentó corromper al juez del Tribunal Supremo, Azibert. Esto para influir en diligencias ante la alta jurisdicción en el caso Bettencourt.
Al leer su sentencia, la juez Christine Mée dijo que Sarkozy, que era «garante de la independencia del poder judicial, utilizó su condición de expresidente para favorecer a un magistrado para servir sus intereses personales».
Otros casos
El exmandatario francés El 17 de marzo está previsto que se enfrente a un segundo juicio en el caso «Bygmalion», relativo a los gastos de su campaña presidencial de 2012.
Este último caso está referido a gastos para su campaña presidencial de 2012.
También ha sido acusado de haber recibido millones de euros del presidente libio Muamar Gadafi para su campaña electoral de 2007.
En enero de este año fue abierta otra investigación sobre presunto tráfico de influencias por presuntas actividades de asesoramiento en Rusia.