Por: Héctor Calderón
Al parecer ese impulso esperanzador con el que llegó el gobierno de Daniel Noboa se va diluyendo con el transcurso de los días. Nos parecía que los acuerdos alcanzados en la Asamblea, el discurso conciliador del primer mandatario y la frescura de su gabinete iban a generar los cambios que el país requiere para enfrentar la inseguridad y la pobreza.
¿Se pueden hacer milagros? No. ¿Se pueden resolver las cosas de la noche a la mañana? Tampoco. Pero sí se pueden implementar acciones concretas, dirigidas a neutralizar la raíz de la crisis que vive el Ecuador. Ya estamos cansados de las excusas, el actual Gobierno era consciente de la situación del país y debió tener listos los perfiles idóneos y las estrategias para enfrentar los problemas que vivimos los ecuatorianos a diario.
El país volvió a sacudirse con la noticia del asesinato de 4 menores de edad en Guayaquil. El nivel de indignación no tiene límite y más cuando el actual gobierno empieza a repetir los mismos vicios de sus predecesores. El silencio de las autoridades fue una decepción y cuando decidieron pronunciarse fue, simplemente, más de lo mismo. Un comunicado frío, sin soluciones ni acciones concretas nos demostró que el equipo de Noboa no está listo y, lastimosamente, el Ecuador no tiene tiempo que perder.
Otra señal que recibimos sobre la falta de planificación de este Gobierno es el cambio en varias gobernaciones del país. Hubo un anuncio pomposo con los nombres de los nuevos funcionarios y a los pocos días se informaba el cambio de varios de ellos. Asimismo, varias dependencias gubernamentales todavía están sin autoridades, pues el presidente no define quien ocupará esos cargos. Al parecer, el que Daniel Noboa haya llegado a segunda vuelta y se haya convertido en el primer mandatario, no solo fue una sorpresa para los votantes, sino para él mismo y sus allegados; pues nos están demostrando que no han tenido ni el equipo ni las estrategias para empezar a actuar de inmediato.
¿Será que nos equivocamos? Ojalá que no. El país ya no resiste más improvisación. Daniel Noboa debe empezar a gobernar pensando en darle un respiro al país, en sacarlo de la terapia intensiva, necesitamos acción inmediata. Los cambios profundos deben venir después, por ejemplo, cualquier idea de consulta popular debería ser desechada, ahora no hay tiempo ni los recursos.
Que el “Nuevo Ecuador” no sea un slogan vació, que se convierta en una realidad latente. Queremos vivir en un nuevo Ecuador, en un nuevo país en el que podamos caminar por la calle con tranquilidad, en el que las mujeres, los jóvenes, los niños estén seguros. En el que todos podamos trabajar y aportar en su desarrollo.
Presidente Noboa, está a tiempo.
La opinión de Héctor Calderón