El presidente Donald Trump anunció este miércoles, 26 de marzo, la imposición de aranceles del 25 por ciento a todos los automóviles y camionetas que no se fabriquen en Estados Unidos.
«Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y tomar nuestros trabajos, tomar nuestra riqueza. (…) Lo que vamos a implementar es un arancel del 25 por ciento a todos los automóviles que no se fabriquen en Estados Unidos. Si se fabrican en Estados Unidos, no hay arancel alguno», anunció en rueda de prensa en la Casa Blanca.
La medida entra en vigor el próximo 2 de abril y la recaudación empieza al día siguiente.
En su comparecencia de este miércoles Trump aseguró que no habrá excepciones para esos gravámenes, con los que va a responder a los que reciben exportaciones estadounidenses, pero también a políticas no arancelarias como impuestos, regulaciones o incluso la fuerza de las divisas.
También reiteró que serán “poco severos” y que en algunos casos serán menores que los que imponen otros países a los productos de EEUU.
“La gente va a estar muy sorprendida, de forma agradable”, dijo.
Como factor ilustrativo recordó que Honda construirá una planta de producción en Indiana y remarcó que “si construyes aquí, no pagas aranceles”.
El Dow Jones, que iba al alza, entró en números rojos en cuanto la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt comunicó de súbito sobre la modificación de la agenda presidencial y el motivo. El Nasdaq tuvo su peor jornada en dos semanas. El S&P 500 se dejó un uno por ciento.
“Esto va provocar un agujero en la industria del automóvil en EE.UU. como no se había visto”, dijeron algunos expertos, que alertaron del peligro que corre la producción propia.
Trump ya había dado a entender que los impuestos a los coches extranjeros podrían ser previa a la fecha marcada para esos aranceles recíprocos.