Así lo dijo la Unesco al conmemorarse este lunes 24 de enero de 2022 el Día Internacional de la Educación.
De acuerdo con el organismo, además de los 262 millones de niños y jóvenes que siguen sin estar escolarizados, se contabilizan 617 millones de niños y adolescentes que no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo.
En ese orden, mencionó que menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela.
«El derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable», precisó al señalar que el acceso a la educación es «un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva».
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, señaló que «Si queremos transformar el futuro, si queremos cambiar el rumbo, debemos repensar la educación. Se trata de forjar un nuevo contrato social para la educación, como se pide en el informe de la UNESCO sobre los Futuros de la educación, publicado el pasado mes de noviembre».
Además, señaló que hay que reparar las injusticias del pasado y orientar la transformación digital hacia la inclusión y la equidad, y que la educación contribuya plenamente al desarrollo sostenible, por ejemplo, integrando la educación ambiental en todos los planes de estudios y formando a los docentes en este ámbito.»
Este es el cuarto aniversario de la fecha escogida por la ONU; este año tendrá como lema «Cambiar el rumbo, transformar la educación». La UNESCO, socio fundador del Learning Planet Festival(link is external) desde 2020, se unirá a las celebraciones de su tercera edición del 22 al 27 de enero. Más de 250 socios también participarán en las actividades en línea y presenciales de este año en todo el mundo.