El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se refirió a la decisión del Gobierno de Ecuador respecto a diferir el regreso a clases presenciales, a causa de la variante Ómicron del covid-19.
En un comunicado difundido hoy, la UNICEF señaló que la el cierre de las escuelas debe “ser considerado como última medida» y recuerda que «la evidencia demuestra que las escuelas no son un foco de contagio si se siguen los protocolos de bioseguridad».
EL Ministerio de Educación decidió postergar hasta el próximo febrero el regreso a la presencialidad en las instituciones educativas.
Según el Ministerio, hasta el 7 de febrero de 2022 no retornarán a la presencialidad con un aforo del 100% los centros del régimen Sierra-Amazonía, mientras que el 3 de mayo lo harán los del régimen Costa-Galápagos, ya para el nuevo año lectivo 2022-2023.
Y aclaró que los establecimientos educativos tanto fiscales, fiscomisionales (concertados), particulares y municipales que ya tenían aprobados sus Planes Institucionales de Continuidad Educativa (PICES), cuyos estudiantes se encontraban en clases presenciales, seguirán asistiendo a sus centros escolares como lo venían haciendo.
De acuerdo a un reciente monitoreo llevado a cabo por el Fondo para la Infancia de la ONU, el 70% de los hogares con niños, niñas y adolescentes que están en clases presenciales en Ecuador sostuvo que la reapertura ha sido un proceso positivo o altamente positivo.
La encuesta reflejó que el 95% de estos hogares conoce los protocolos, y alrededor del 90% aseguró que implementaban medidas como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos.