Por Tamara Idrobo
En medio de tantos debates que Ecuador confronta con un gobierno de derecha recién inaugurado, acaba de darse en las últimas horas, un suceso que ha provocado un sin número de reacciones, sobre todo en redes sociales, en respuesta al hecho de que varios políticos ecuatorianos firmaron y se adhirieron a la denominada ‘Carta de Madrid’. Ésta es un manifiesto impulsada por Vox, partido político de extrema derecha de España.
Los cuestionamientos a los políticos ecuatorianos que firmaron dicha carta, no han hecho sino empezar. Esto ha desencadenado varias demandas de explicaciones hacia quienes se adhirieron a esta carta.
Pero primero, ¿quiénes fueron esos políticos ecuatorianos que firmaron dicha carta?: Diario El Comercio menciona que fueron ocho hombres (sí, todos son hombres): Esteban Torres (Asambleísta PSC), Henry Kronfle (Asambleísta PSC), Fernando Balda, Jairo Lalaleo, Luis Espinosa Goded y Fernando Donoso (actual Ministro de Defensa), Otto Sonnenholzner (ex Vicepresidente de Lenín Moreno) y Pedro José Freile (ex candidato Presidencial).
Segundo, ¿Qué es la carta de Madrid? El texto de dicha carta está publicada en este sitio de internet donde podrán leer el texto completo. Fue publicada en Madrid con fecha 26 de octubre 2020 y básicamente llama a la defensa frente a la amenaza del comunismo desde ‘una comunidad de naciones libres y soberanas’ comunidad la denominan “Iberosfera”.
Si deciden buscar la definición de qué es la biosfera, perdón, la “Iberosfera”, se darán cuenta que este término no existe. Pueden revisar en la Real Academia de la lengua española. Dicha carta llama a la unión para confrontar el comunismo comprendido como “una amenaza para la prosperidad y el desarrollo” además de defender el “Estado de Derecho, la separación de poderes y la libertad de expresión, los derechos humanos, el pluralismo y la dignidad humana y la justicia” ¡Vaya! a simple vuelo de pájaro un texto así -amén de detener el avance del comunismo- invitaría a cualquier persona demócrata a firmar y apoyar este texto. Adicionalmente hay una mención explícita de rechazo a “iniciativas como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla” ambos espacios constituidos y liderados por prominentes figuras de los movimientos políticos humanistas, de izquierda y socialistas de América Latina, que según la carta buscan infiltrarse “en los centros de poder para imponer su agenda ideológica.”
Para poder comprender de dónde proviene el texto de esta carta y con qué fin está buscando fervientes adherentes por estos lares del planeta, se requiere un poquito más de suspicacia que me ha llevado a hacer el siguiente análisis.
Vox generó el contenido de la carta, entonces ¿Qué es Vox? Vox es un partido de extrema derecha que fue fundado en España en 2013 (Nota desde mis lentes feministas, este partido político fue fundado solo por hombres, cinco en total, incluido quien aún preside el partido: Santiago Abascal). Para intentar conocer cómo ha surgido este partido que ha ido ganando espacio dentro de la democracia española, es necesario primero comprender a la no tan simple política española.
La historia nos cuenta que la guerra civil española (1936-1939) fue una lamentable y sangrienta guerra que ha engrosado la larga lista de conflictos que la humanidad ha tenido en sus haberes a partir de lo que ocurre siempre: la división de una nación en dos bandos y la constante y violenta confrontación entre estos dos bandos. Por un lado estaba el bando de los republicanos conformados por partidos obreros, comunistas, socialistas, partidos de izquierda y marxistas. A este bando se sumaron las luchas por las reivindicaciones de derechos laborales de varios sindicatos de obreros. Por el otro lado, estaban los que se autodenominaron nacionalistas, constituidos por las instituciones de la junta militar cercanos a la iglesia, personas y partidos que defendían a la monarquía. A este bando se sumó un grupo denominado falangista, que facilitó el establecimiento del fascismo en España.
La guerra civil española finalizó con la instalación del régimen dictatorial de Francisco Franco. Dictadura que duró hasta su muerte acaecida el 20 de noviembre de 1975. Posterior a esto, España atraviesa por el período denominado como de la transición. Este período buscó eliminar los vestigios de dictadura de Franco a fin de poder dar paso a la democracia. Las elecciones se realizaron del 15 de junio de 1977, y fueron seguidas por la aprobación y ratificación de la Constitución del Estado a través de un referéndum que tuvo lugar el 6 de diciembre de 1978.
Una vez inaugurada la democracia en España, dos partidos han dominado la esfera política. El uno es el Partido Socialista Obrero Español conocido como “PSOE” que representa las propuestas de izquierda, y el otro es el Partido Popular conocido como PP que defiende los ideales de la derecha. Tanto el PSOE como el PP han gobernado España alternadamente. No fue sino hasta el nacimiento de otros dos partidos Podemos (fundado en 2014) y el Partido Ciudadanos (fundado en 2006) que este bipartidismo se ve fraccionado. Durante las elecciones generales en diciembre del 2015, obtuvieron el tercer y cuarto lugar respectivamente.
Desde su inicio, Podemos se ha identificado con las posturas políticas de gobernantes que lideraron a varias naciones de América Latina durante la década de 2010. Es muy conocido la cercanía política que siempre ha mantenido Podemos con la Revolución Ciudadana. El PP y Ciudadanos empezaron a etiquetar a Podemos de ser un partido comunista alineado a las fuerzas “Castro-Chavistas”. La coalición denominada Unidas-Podemos de los partidos Podemos e Izquierda Unida ganaron terreno electoral en las elecciones generales de abril de 2019, a tal punto que Unidas-Podemos logra remecer el tablero político español abriendo paso a que por primera vez, exista la necesidad de crear un gobierno de coaliciones que se encuentran gobernando España desde 2019 hasta la fecha.
Durante la conformación y consolidación de los partidos de izquierda, Vox es creado como el partido político representante de la extrema derecha. La presencia de Vox en el tablero electoral también causó un remesón en las últimas elecciones generales de abril de 2019. Vox irrumpe obteniendo el 10.26% de los votos obteniendo 52 de 350 escaños del congreso español. Estos resultados convirtieron a Vox en la tercera fuerza.
Pero ¿qué difunde Vox que ha tenido tanta cabida? Vox presenta conceptos simples sobre la importancia de defender la libertad de pensamiento resistiendo cualquier tipo de imposición, y lo hace “expulsando al gobierno de la vida privada”. Vox además defiende el concepto de familia como el eje central de una sociedad. Su slogan promueve una “España viva, libre y valiente”.
Si bien los conceptos de Vox pueden sonar libertarios y nada nocivos para mucha gente, la realidad es que, si se analizan los discursos y la ideología que Vox trata de implementar, nos encontramos con discursos llenos de odio y de rechazo a todo lo que suene o se asemeje al comunismo y/o al socialismo. He de indicar además, que Vox tiene propuestas abiertamente anti-feministas. Vox también se presenta como un partido con lenguaje simple que intenta posicionar la idea de la libertad traducida a la ausencia de la presencia del Estado en la vida privada, ¡Vaya! ¡Cómo si fuera tan sencillo para una nación, regida por instituciones y políticas públicas, deshacerse de ellas!
Es menester indicar que lo expresado y propuesto por el líder de Vox, Santiago Abascal, está a la par con los discursos de otros partidos de extrema derecha que han ido ganando adeptos en Europa. Entre estos partidos se encuentran los liderados por: Mariene Le Pen en Francia, por Frauke Parte en Alemania, y por Geert Wilders en Países Bajos.
Y es así, como la extrema derecha europea ha empezado a ganar notoriedad por su inclaudicable defensa de nacionalismos extremos, rechazan todo tipo de migración, e intentan constantemente posicionarse como los partidos de referencia de la ética, de la moral y de las buenas costumbres. En sus ejes centrales está siempre la necesidad de defender a sus naciones de las amenazas de este “mundo totalmente globalizado”. Estas fuerzas de derecha han ido ganando espacio a través de los años, porque han amparado sus discursos bajo el paraguas de los derechos a la libertad de expresión (¿nos hace algún ruido la propuesta de Guillermo Lasso sobre la libertad de expresión?). Estos partidos de extrema derecha han disputado sus espacios de representación dentro de los parlamentos y senados en los Estados Europeos, sirviéndose de los principios de democracia. Sin embargo, sus posturas extremas y radicales en contra de cualquier tipo de diversidades, o de cualquier política que pueda amenazar sus privilegios económicos, políticos, o de clase; les ha llevado a un ostracismo que les impide hacer parte de alianzas con otros partidos políticos, que constantemente rehúyen tener algún tipo de acercamiento con esta recalcitrante extrema derecha. Esta derecha se ha fortalecido como una respuesta al ver que sus privilegios están siendo amenazados por las luchas que han dado y que seguirán dando a través de la historia, los movimientos obreros, sindicalistas, movimientos de mujeres y feministas, de migrantes, de diversidades sexuales, etc.
Lo que ha ocurrido en Ecuador con esta adhesión de hombres políticos a la “Carta de Madrid” no debería sorprendernos. Nuestros representantes de la derecha criolla ecuatoriana buscan establecer esas alianzas internacionales que les permita crecer en fuerza y número en su lucha contra “el enemigo” que todos tienen en común: “el comunismo Castro-Chavista.”
Tampoco creo que nos debe de sorprende leer de los hombres signatarios de tal carta. Y es que es obvio para mí, desde mi feminismo, que éstos sean precisamente los hombres llamados a firmar y a apoyar la oda contra el comunismo. Sobre todo y ante todo porque estos hombres han sido los que han ventilado abiertamente su odio a todo lo que sea cercano a, o huela a, socialismo, ergo, Correísmo. También considero que son justamente estos hombres los que tienen un sentido de urgencia por rescatar sus privilegios que ya han sido amenazados. Es que es obvio, que estos hombres son los que van a defender a toda costa “que la sagrada nación del Ecuador no vuelva a caer en las manos desprestigiadas de los gobiernos de izquierda”. Me atrevo a mencionar además que son justamente estos hombres, los que sufren de escozor tan sólo con la idea de que las rebeldías feministas puedan llegar a derrotar a su fascismo, logrando consolidar que las luchas históricas se traduzcan en derechos alcanzados.
Quién sí, creo yo, que debe dar una explicación, y que de hecho, considero yo que debe encender las alarmas de quienes nos movilizamos constantemente por la defensa de los derechos humanos, es el actual Ministro de Defensa Fernando Donoso. El Presidente Guillermo Lasso debe tener claro que una adhesión de este tipo puede llegar a preocupar-nos, como ya se ha demostrado en las redes sociales.
En Ecuador, y bajo la incipiente inauguración de un gobierno de derecha, las ciudadanas y los ciudadanos debemos defender que el derecho fundamental a la libertad de expresión no sea ultrajado al pretender usar este derecho como una herramienta para promover mensajes de odio. Parece que en Ecuador estamos frente a claros esfuerzos por revivir y recrear un fascismo criollo, a partir de la colonización del yugo español que parece ser perpetua. Por ahora, los hombres de la derecha ecuatoriana andan firmando cartas, mientras las personas que defendemos los derechos humanos seguiremos vigilantes, demandando que el Estado ecuatoriano cumpla con su rol, interviniendo para garantizar los derechos humanos de todas las personas en Ecuador, nuestra amada nación.