Por: Héctor Calderón
50 asesinatos diarios son los que se registran en el Ecuador al iniciar el 2024, cifra que al parecer no preocupa mucho al Gobierno Nacional y sus autoridades. ¿Por qué decimos esto? Porque, lastimosamente, eso es lo que nos demuestran el presidente y sus ministros.
Cuando creíamos que una nueva forma de hacer política había llegado a Carondelet, Daniel Noboa sale con una propuesta de Consulta Popular que, en criollo, no es más que una pérdida de tiempo y recursos. El gobierno plantea 11 preguntas que no resuelven absolutamente nada y que, por el contrario, desgastan la relación del mandatario con la población y nos disminuye el positivismo con el que habíamos iniciado este nuevo periodo.
De acuerdo con la mayoría de los expertos y analistas, 10 de las 11 preguntas no necesitan consultarse a la población, pues son reformas a leyes que ya existen y las puede y debe conocer la Asamblea Nacional. La única pregunta que sí requiere de la aprobación ciudadana es la de los casinos, pero justamente ese tema es el que más críticas ha generado.
¿Qué tiene que ver el regreso de los casinos con el combate a la delincuencia y el crimen organizado? En un tardío mensaje del presidente Noboa, se explica que se incluye esta pregunta para tener una alternativa de generación de empleo. De acuerdo con los anexos enviados a la Corte Constitucional, la reapertura de las salas de juego generaría alrededor de 250 000 nuevos puestos de trabajo. Pero, inmediatamente nos saltan algunas dudas, ¿bajo qué criterio técnico se estableció esta cifra? ¿qué controles existirían para que los casinos no sean una puerta para el lavado de dinero? Estas preguntas sin respuesta solo hacen que la propuesta pierda credibilidad y se ponga en duda su utilidad.
Una de las características de un buen presidente debería ser el sentido de oportunidad y, lamentablemente, con los últimos acontecimientos, este gobierno ha demostrado que no lo tiene.
Además de lo debatible de las preguntas, está la estrategia que ha utilizado el gobierno para difundirlas. Carondelet permitió que el análisis, el debate de los textos enviados se los haga sin ninguna contraparte oficial. Las 11 preguntas empezaron a circular por los medios tradicionales y redes sociales sin que Noboa o algún vocero haya explicado el objetivo y alcance de estas. Recién en horas de la tarde, a través de un video posteado en las cuentas de la Presidencia, Noboa, sin mucha profundidad, informó sobre los 3 objetivos que tendría la consulta: apoyo de las Fuerzas Armadas, endurecimiento de las penas y generación de empleo.
Habrá que esperar la revisión de la Corte Constitucional, pero el Gobierno empezó con pie izquierdo su camino hacia la consulta popular, una apuesta arriesgada que no resolvería nada y que se convertiría en una pérdida de tiempo y recursos.
A todo el tema de la consulta popular se suma la falta del mismo sentido de oportunidad de varios ministros que, a pocos días de estar en sus cargos, han decidido tomar vacaciones, difundir imágenes y videos de sus viajes en redes sociales; cuando en el país la criminalidad y la violencia no cesan.
Hay que ser consecuentes con la responsabilidad que ostentan a través de sus cargos, el país requiere trabajo, seriedad y compromiso, ¿verdad Andrés? ¿Verdad Arianna?.
La opinión de Héctor Calderón