El médico forense Gabriel Díaz evaluó los hechos conocidos sobre el femicidio de María Belén Bernal. Así, señaló que el caso tuvo tres escenarios: el primero es la habitación donde la asesinaron; segundo, el vehículo en el cual fue trasladada; y, finalmente, el sitio donde hallaron el cuerpo.
“Esas tres escenas debieron haber sido analizadas más allá de lo que haya sido analizado. El médico también debería haber estado en estos escenarios para hacerse una idea global de qué fue lo que sucedió y cómo sucedió la muerte para luego plantear una hipótesis y llevarla a la sala de autopsia”, explicó.
El caso de María Belén Bernal
De acuerdo con Díaz, el médico forense tiene varios objetivos: ayudar o identificar un cuerpo de manera técnica y científica, determinar el tiempo de fallecido o el intervalo postmorten, y determinar la causa de muerte. Así, mencionó que es diferente la manera a la causa de muerte, pues la primera lo determina el médico y la segunda es un crucigrama que tiene que ser llenado y tiene que ser determinado al final de la investigación.
Con ese antecedente, señaló que la autopsia comienza en la escena y termina en el laboratorio. Es decir, es un proceso que no consiste únicamente en evaluar el cuerpo en la mesa o en la sala. “Por eso, nosotros consideramos importante que el médico forense que se va a encargar del estudio del cuerpo también esté presente”, resaltó.
En este caso, el cuerpo no solo debe identificarse por tatuajes, cicatrices, ropa, malformaciones congénitas o prótesis que tenga; también, se confirma la identidad del cuerpo de manera científica mediante algunas intervenciones; por ejemplo, antropología forense, odontología forense y mediante la genética.
Díaz explicó que la putrefacción comienza a las 48 horas del fallecimiento. Pero, en este caso influye también la intemperie. Así, dijo que al estar a la intemperie no solamente existió un proceso de putrefacción, sino que también los animales pudieron contribuir, así como las condiciones climáticas, el sol, las condiciones del calor, el viento, “todo esto influye para que la putrefacción se acelere más aún con la intervención de animales”.