El abogado Joselo Arguello criticó las acciones policiales que realizó un agente previo a que cuatro impactos de bala perdida cegaran la vida de un niño de 11 años en una heladería de Guayaquil. Así, alarmó que Guayaquil es la ciudad más violenta del país.
El jurista, defensa de los padres del niño, relató que ese día se produjo el robo en una heladería del Centenario. El lugar tenía una extensión de 12 a 14 metros. Mientras se producía el hecho un policía alza la voz de “alto” y fue el primero en disparar. Así, inició el enfrentamiento armado entre delincuentes y el policía.
Frente a esto, Arguello manifestó que el policía no se encontraba en su horario de labores. Por el contrario, él estaba asignado al Distrito Pascuales que quedaba a 30 kilómetros de distancia. El agente, en ese instante, estaba conversando con una cajera en otro local y tras una vitrina, explicó Arguello.
En esa línea, el abogado manifestó que, si bien el delincuente es el principal responsable, el estado debe asumir la responsabilidad de la acción del policía. “La normativa dice que hay que preservar el bien jurídico más importante que será la vida”, alertó el jurista.
Por ello, dijo que la Policía Nacional tiene la responsabilidad de capacitar en el uso progresivo de la fuerza. Así, manifestó que el Ministerio de Gobierno debe tener la lista de todos los policías capacitados y de los que no han pasado la acreditación del uso de armas. “Si había una capacitación y estaba acreditado para portar el arma, debía saber el accionar en ese momento”, agregó.
Arguello indicó que la misión no es meterle preso al policía, sino que el estado garantice la seguridad de los ecuatorianos.
La investigación
El abogado también denunció que las autoridades no han aprobado el protocolo de autopsia para analizar los sucesos. Además, que no existe la pericia balística para conocer cuáles fueron las bajas que produjeron la muerte del niño.