Baltazar Ushca, conocido como el último hielero de Chimborazo, quien durante más de 60 años subió a la cúspide de ese coloso, la montaña más alta de los Andes ecuatorianos, en busca de agua congelada, murió este viernes, 11 de octubre, a los 80 años.
El GAD Municipal de Guano informó que Baltazar resultó afectado mientras realizaba tareas domésticas.
Ushca fue atendido por médicos de Guano y luego fue derivado de urgencia al Hospital Solca de Riobamba, pero por complicaciones en su salud estaba previsto trasladarlo a Quito y falleció en una ambulancia.
Por más de 60 años, Baltazar trabajó extrayendo hielo de las laderas del volcán Chimborazo, una actividad ancestral que, en tiempos pasados, era común entre las comunidades indígenas que vivían cerca de la montaña.
Este hielo era vendido en mercados locales, utilizado para refrigerar alimentos y en la medicina tradicional.
Sin embargo, con el tiempo, la actividad fue decayendo debido a la introducción de tecnologías modernas como la refrigeración eléctrica.
Ushca se convirtió en el último hielero de su comunidad, conservando una tradición que está prácticamente extinta.
Su historia ha captado la atención de medios nacionales e internacionales, y fue objeto de un documental titulado Los últimos hieleros del Chimborazo, que relata su vida y la lucha por mantener viva una costumbre ancestral en medio de los cambios tecnológicos y sociales.
El Chimborazo, el punto más cercano al sol desde el centro de la Tierra, es una montaña sagrada para los pueblos indígenas locales, y la labor de los hieleros también estaba cargada de simbolismo y conexión espiritual con la naturaleza.
Hoy, Ecuador despidió a Baltazar, el último hielero del Chimborazo.