La exministra de Gobierno, María Paula Romo, considera que uno de los problemas de la política ecuatoriana es que la única forma de oposición que se conoce está relacionada con “oponerse a todo lo que presenta el Gobierno”.
Desde Estados Unidos, en una entrevista con revista Vistazo, Romo explicó que el nuevo ciclo de protestas en contra del gobierno de Guillermo Lasso es una muestra de que los “ciclos en política se repiten”.
Para ella, Ecuador “ha pasado por momentos muy duros” luego de las protestas de octubre de 2019. Según dijo, en esa ocasión hubo sectores que protestaron de forma legítima, pero otros intentaron “secuestrar el país” y lograr impunidad en algunos casos.
“Una cosa es oponerse al Gobierno, que es legítimo en democracia, y otra cosa es intentar secuestrar a un país, intentar ponerlo de rodillas porque yo creo que eso fue lo que pasó en octubre del 2019”, manifestó.
Para ella, en esa ocasión el país fue sitiado en un “intento de imponer de forma violenta un punto de vista”. Considera que eso no puede repetirse y “verlo como una forma de vivir la democracia”.
La exministra señaló que no se podría pensar en un escenario similar al de octubre, que incluso no tendrá apoyo de la ciudadanía. “Una buena parte de sus protagonistas se deben preguntar hoy si tuvo sentido un escenario que provocó tantos rompimientos”, dijo.
Hubo cosas que se pueden hacer mejor
Respecto a su gestión, durante el paro nacional indígena de 2019, Romo cree que el tiempo y la distancia han logrado clarificar ciertas ideas de lo que se pudo hacer mejor.
Señaló que la decisión de haber retirado el subsidio a los combustibles se pudo analizar mejor en primera instancia, un sistema de reducción progresiva, como el que finalmente se tomó y que ahora acerca a Ecuador a tener precios internacionales de petróleo.
Sin embargo, duda de que si aún con esa medida, no se hubiera vivido la misma jornada de violencia.
A decir de Romo, las protestas de 2019 fueron parte de una “conspiración” iniciada por grupos afines al correísmo, que buscaban desestabilizar al Gobierno de Lenín Moreno y traer de vuelta a su líder.
“Buscaban impunidad para su líder (Rafael Correa)”. Añadió que es posible que, actualmente, esas mismas fuerzas estén tratando de obstruir al Gobierno de Lasso.
«Uno de los intereses, probablemente, el más poderoso, el más violento, el mejor articulado, era el interés de la impunidad del correísmo y la impunidad de una de las más graves acusaciones que ha debido enfrentar Correa. (…) ¿Algunas de esas formas, lógicas de desestabilización están en marcha? Sí, creo que, por ejemplo, es parte de lo que el país hoy tiene que mirar con mucho cuidado porque puede ser parte de este intento de echar abajo al Procurador General del Estado, por ejemplo, que está jugando un papel importante en el caso ISSPOL», dijo.
De igual manera, aseguró que los mismos grupos que participaron en las movilizaciones de 2019 siguen vigentes.
«Muchos de estos intereses que se hicieron evidentes en octubre de 2019, que hoy, estoy convencida de que son parte de la agenda de obstrucción que está en marcha, pero que al mismo tiempo tienen esta mirada en el mediano plazo de coaptación, impunidad e inestabilidad», manifestó.