El portavoz de la Secretaría General de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, alertó este lunes, 14 de abril, que el derrame de petróleo ocurrido a mitad de marzo en Esmeraldas dejó a 150.000 personas con necesidad de ayuda humanitaria, mientras crecen las enfermedades respiratorias y estomacales.
En su rueda de prensa diaria, Dujarric abordó el tema y explicó que el personal de la organización está midiendo la contaminación de hidrocarburos y metales pesados en ríos, plantas de tratamiento y mariscos de la zona.
El portavoz indicó que, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hay al menos 150.000 necesitados de ayuda, además de un “preocupante aumento de enfermedades respiratorias y gastrointestinales”, y precisó que los sectores más afectados son los de la pesca, la agricultura y la marisquería.
En ese sentido, destacó que más de 37.000 mujeres han perdido su medio de vida, sobre todo mariscadoras, y ahora tienen más riesgos para su salud y están expuestas a violencia de género.
Dujarric agregó que la coordinadora residente en Ecuador, Lena Savelli, está en contacto con el Gobierno y ha compartido datos y recomendaciones para ayudar con la asistencia.
El pasado 13 de marzo se rompió la tubería principal del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (Sote) en la provincia de Esmeraldas, vertiendo unos 25.000 barriles de crudo, según divulgó Petroecuador, y el 25 de marzo se rompió uno de los diques que contenían el vertido.
El derrame, debido aparentemente a un deslizamiento de tierra, se produjo a la altura del municipio de Quinindé y el vertido llegó a los principales ríos de la provincia, dejando temporalmente sin suministro de agua potable a varias ciudades, entre ellas a Esmeraldas, la capital provincial.
Fuente: EFE