Por Pablo Araujo
El petróleo, se produce en el interior de la tierra, por transformación de materia orgánica acumulada en trampas geológicas naturales, las cuales llamamos pozos de petróleo. Pensemos en un pozo de petróleo como una esponja dentro de la tierra y que tiene tres componentes fundamentales: arena, petróleo y gas. Este gas toma el nombre de gas natural.
El gas natural es una mezcla de propano y butano. Esta mezcla gaseosa a temperatura y presión ambientales son gases, son fáciles de licuar, de ahí que el nombre común sea GLP (Gas Licuado de Petróleo).
Dentro de los cilindros de gas de uso doméstico, tenemos GLP líquido, que se mantiene así por la presión que hay dentro de la bombona, pero el instante que abres la válvula de tu cocina, liberando esa presión hay un cambio de fase. Sí, juntas esa mezcla de propano/butano con el aire que contiene oxígeno mas una chispa o iniciador estás en presencia de una reacción química, me refiero a la combustión.
Al quemar este derivado del petróleo, tú utilizas la energía liberada para, por ejemplo, cocinar tus alimentos o para calentar el agua para una ducha, sin embargo, ahí no termina la historia. Toda reacción química genera productos, y en este caso son productos que no se ven, me refiero principalmente a los gases de combustión: dióxido de carbono y monóxido de carbono.
Estos gases son conocidos por su aporte a lo llamado “efecto invernadero”. Cada vez que quemamos derivados del petróleo para obtener energía aumentamos la cantidad de estos gases y como no tenemos un procedimiento alterno que compense esas emisiones, somos responsables en una pequeña parte del calentamiento global.
¿Es posible aportar desde nuestros hogares a disminuir esas emisiones de gases de efecto invernadero? Sí claro, tenemos varias opciones, por ejemplo, ¿considerarías utilizar otra forma de energía para cocinar y calentar tus alimentos? ¿cómo te suena utilizar una cocina de inducción?
La decisión no es rápida, sin embargo, te invito a que evalúes esta idea y otras iniciativas desde la posición de sumar esfuerzos pequeños para alcanzar beneficios ambientales globales y no desde la posición particular.
La suma de estas pequeñas acciones ejecutadas hoy nos llevará a vivir grandes cambios en el planeta que heredarán nuestros hijos.